Fallaron los que creyeron que habría una confrontación tras haber ganado la gubernatura: Zeferino
Marcial Campuzano-SINCOMPU-Chilpancingo, Gro. 21 de diciembre de 2010.-Tras acudir al segundo informe de labores del alcalde de Chilpancingo, el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, dijo que fallaron los agoreros del desastre y los escépticos que pensaron que habría una confrontación permanente tras haber ganado la gubernatura del estado.
Manifestó que Chilpancingo seguramente continuará por la ruta del progreso, “porque no nos van a detener ante los agoreros del desastre y los que quieren la violencia porque somos más y muchos más quienes queremos en Guerrero la paz y el trabajo; somos muchos más los que queremos concordia y armonía; somos muchos más los que vislumbramos un Guerrero con porvenir y que queremos que nuestros hijos les dejemos un Guerrero mejor”.
En su mensaje, Torreblanca Galindo expuso que en Chilpancingo la política “sí funcionó sin ambages, sin dobleces, sin regateos, sin sumisiones, y sin sucumbir a nuestros ideales la política dio resultados en Chilpancingo, y yo creo en Guerrero”.
Valoró la disposición, la cortesía los comentarios y las reflexiones del alcalde Héctor Astudillo Flores, “inclusive sus críticas en algunas ocasiones que me guiaron para servirle mejor a Chilpancingo”.
Celebró que con el alcalde de la capital del estado hayan construido una relación de respeto y de trabajo, “porque se sirve mejor a los chilpancinguenses y a los guerrerenses cuando los políticos nos ponemos de acuerdo”.
“En la política hay que discutir, hay que debatir, la pluralidad y la diversidad es lo extraordinario que tiene Guerrero, pero me parece que no podemos seguir con actitudes pequeñas y mezquinas que permitan que pongamos antes nuestros intereses por encima del interés superior de nuestro querido estado de Guerrero”, agregó el titular del Poder Ejecutivo del estado.
Le juró a los chilpancingueños que puso su mejor esfuerzo para contribuir al desarrollo de este municipio, “si me equivoqué les pido que acepten mis disculpas, y estoy seguro que Chilpancingo y Guerrero tienen una ruta de progreso”.
Manifestó que en su gobierno hubo errores y omisiones, que hubo claro-obscuros pero que actuó con buena fe sin sacrificar congruencias y convicciones, “aunque sí tal vez popularidad”, concluyó.