Claudio Castillo el profesor "revoltoso" que asesinaron a golpes
Originario de la Tierra Caliente del estado de Guerrero nacido en Tangahuato hace 65 encontró la muerte por luchar por sus derechos laborales, sus amigos lo recuerdan en las puertas del Ineban asesorando a otros maestros jubilados en relación a trámites y fechas de pagos, además daba información a reporteros sobre asuntos del magisterio, muy querido por el gremio ya que siempre tenía la actitud de ayuda y servicio para sus compañeros.
El día de la brutal represión por parte de la policía federal el profesor, aseguraron en entrevistas por separado, viajaba casi al frente del contingente, en una camioneta que transportaba el equipo de sonido de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (Ceteg).
"En ningún momento de la manifestación el maestro bajó del vehículo. Estaba sentado primero del lado del copiloto, y cuando vimos que empezaron los antimotines a dirigirse a los maestros, él se pasó hacia el lado del piloto. Le gritó a una persona preguntándole por la llave, y le dijeron que ahí estaba. Buscó, pero no encontró nada", contó una maestra de Chilpancingo que se identificó sólo como Mitzy.
"Cuando cierra las puertas, en eso los policías se fueron directo hacia él, a las puertas, a romper vidrios. Él les abrió y les decía '¡Por favor, déjame bajar, no tengo armas!', pero lo jalan de la ropa, del cuello, vuelven a cerrar la camioneta y se lo llevaron", narró.
Según docentes, en las marchas el profesor Castillo siempre viajaba en auto y se encargaba de las arengas, debido a una malformación en su pierna que le impedía caminar si no traía bastón.
Un maestro de primaria que se identificó como Raúl externó que, en medio de la trifulca, una maestra empezó a gritar: "¡Lo van a matar, lo van a matar!".
"Cuando lo tiraron, quedó rodeado de agentes y pensamos que le iban a ayudar, por ver su condición física, pero al ver el comportamiento de los federales pensé lo peor", dijo.
La profesora María de la Luz relató que ella, junto con otras maestras, estaba también cerca de la camioneta cuando se percató de que al maestro lo sacaron varios policías federales.
"Luego de que el conductor del autobús echó la unidad al cerco de policías federales, éstos empezaron a rodear a los maestros repartiéndoles toletazos. Escuché al profesor Claudio que le gritó a un maestro, que en ese momento corría despavorido para ponerse a salvo de los policías, que le dijera dónde estaban las llaves para arrancar".
Sin embargo, indicó, nunca pudo encontrar las llaves.
"Fue cuando los policías federales rodearon la unidad golpeando con sus toletes el parabrisas y las ventanas de las dos puertas. A mí me brincaron cerca de mi ojo izquierdo varios pedacitos de vidrio", precisó.
Entrevistada en el Zócalo de Chilpancingo, donde el magisterio disidente mantiene un plantón desde hace más de cuatro meses, la profesora relató que a pesar de que el maestro rogaba que lo dejaran ir, no lo volvió a ver.
Ella y las otras maestras, refirió, corrieron a esconderse al edificio del Forum del Mundo Imperial, donde después fueron detenidas.
"Había un buen número de maestros que eran perseguidos por los policías federales. El gerente del Forum llamó a los policías para que nos sacaran. Lo que nos pasó ese día, fue una salvajada", describió.
El Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, sostuvo el miércoles que el maestro Claudio Castillo Peña murió por aplastamiento y no por el enfrentamiento entre docentes y policías federales.
