"Don Goyo", la leyenda detrás del apodo del Popocatépetl

CIUDAD DE MÉXICO.- El volcán Popocatépetl, el segundo más alto en México con 5,426 metros de altura, es famoso por ser una de las maravillas naturales más impresionantes del país, con erupciones explosivas y periódicas. Pero lo que muchos desconocen es su leyenda, que cuenta la historia de amor entre el guerrero Popocatépetl y la princesa Iztaccíhuatl. La montaña debe su nombre al nahuatl, que significa "montaña que humea".

 

Apodo que surgió por aparición de la personificación del volcán a Antonio:

Los pobladores de Santiago Xalitzintla, cercana al volcán, lo apodan "Don Goyo", en honor a un hombre llamado Antonio que se le apareció "Gregorio Chino Popocatépetl" en las faldas de la montaña. Gregorio, la personificación de Popocatépetl, le explicó a Antonio que sólo aparecería antes de una erupción o para avisar de fumarolas sin peligro. Antonio se convirtió en el primer "tempero", y sus descendientes sirvieron de puente entre Gregorio y la gente, informando sobre la actividad del volcán.

Cada 12 de marzo pobladores celebran el cumpleaños de Don Goyo:

Así surgió el apodo "Don Goyo" y la frase popular "Despertó Don Goyo" cuando el volcán estalla. Además, cada 12 de marzo, los habitantes celebran el cumpleaños de Antonio, conocido como el "propio volcán en vida", con ofrendas de comida, música, oraciones y flores. Este ritual ha sido practicado durante siglos, convirtiendo a Don Goyo en una leyenda más allá de la montaña.

 

Debido a las fuertes bocanadas de ceniza se han tomado medidas preventivas:

El volcán Popocatépetl tiene múltiples capas de lava endurecida alternadas con cenizas, lo que provoca erupciones que pueden ser peligrosas para los habitantes cercanos. Por ello, las autoridades mexicanas mantienen un riguroso seguimiento del comportamiento del volcán y han instalado medidas de seguridad en la zona, para evitar catástrofes durante una erupción.

 

Aunque poco se sabe acerca de la leyenda de este majestuoso volcán, su apodo "Don Goyo" se mantiene vivo gracias a la tradición que pasó de generación en generación en Santiago Xalitzintla. La gente sigue entregando ofrendas y oraciones cada 12 de marzo en honor a Antonio, el primer "tempero" que mantuvo viva esta leyenda del coloso mexicano.

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