Movilidad urbana, el fin de la era del automóvil

Comparto la intervención que preparé para participar en el Foro Ciudadano "Queremos oírte" organizado por el Cabildo Electo de Torreón. El tema al que se me pidió aportar es "Movilidad y Transporte".

Sostengo que, en el mundo occidental, las ciudades surgieron en la edad media europea para facilitar la vida de las personas que ahí habitaban. Al concentrar el suministro de alimentos y la provisión de servicios el habitante promedio podía ahorrar tiempo y energía para dedicarlos a su actividad principal, por esa razón las ciudades han cobrado auge con el capitalismo, desde mediados del siglo XIX a la fecha.

Pero con el tiempo la solución derivó en problema. Las ciudades se hicieron caóticas, complejas, enormes, dificultando la provisión de servicios, que originalmente fue la motivación para congregarse. Es por eso que mi propuesta, que parece radical y lo es, consiste en cambiar de centro para imaginar la planeación urbana: lo importante es el habitante de la ciudad, el ciudadano.

En el tema que nos ocupa: "Movilidad Urbana", tenemos que éste concepto se empezó a usar hace ya casi 30 años en lugar del clásico "transporte público", para poner un acento en que el servicio debe atender la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, antes que generar un sistema que opere por propia lógica fuera de los intereses de los ciudadanos.

Se tiene que aprovechar la enorme ventaja de ser una ciudad media, alrededor de 600,000 habitantes hacen de Torreón una ciudad no demasiado complicada, no hemos de esperar que el problema se haga inmanejable. Pero además no tenemos que inventar nada, el problema es que nos hemos ido haciendo tan drásticamente autorreferenciales que olvidamos que otros han generado soluciones que están operando eficientemente para la atención de los problemas generados por la vida urbana.

El eje que puede vertebrar el tema de la movilidad urbana en las ciudades contemporáneas es sin duda el BRT, metrobús como se le conoce. A partir de dos o tres centros de transferencia, generar dos, tres, las necesarias a largo plazo, líneas para su circulación, más las correspondientes rutas alimentadoras de autobuses. Aquí el tema es ¿cómo conciliar voluntades de caciques acostumbrados a no oírse más que a sí mismos? Hasta ahora no hemos escuchado la voz de ningún medio de comunicación, organismo civil, empresarial, universidad, institución educativa, de ciudadanos promedio a favor del metrobús en la Laguna de Durango.

El segundo eje de un sistema de movilidad urbana es una red eficiente de ciclovías. Hacer fácil el desplazamiento por la ciudad en bicicleta ayuda no sólo a que las personas lleguen a su destino, también a la salud del usuario de la bicicleta, a su integración y apropiación de la ciudad de parte del habitante, le hará sentir más cercano, encariñado y responsable con su entorno. La vida desde la bici se ve diferente que desde al automóvil. Las universidades de la región seremos felices de elaborar un plan a 20 años para desarrollar una red de ciclovías para toda la Zona Metropolitana de la Comarca Lagunera.

El argumento para no usar la bici es el clima, pero es sólo un pretexto local. La temperatura promedio en verano de 35 C y el sol impiden el desplazamiento en bicicleta, se dice, pero esto es falso, los obreros y ejidatarios, usuarios ordinarios de la bici lo han hecho ininterrumpidamente durante décadas. Lo contrario sí que es verdad, lo plano del terreno y las escasas lluvias hacen a la Comarca Lagunera el terreno ideal para el desplazamiento en bicicleta.

Privilegiar el carro, invertir en infraestructura para los automóviles es un barril sin fondo. Eso lo saben bien los últimos gobiernos locales, si se pudiera decir que es decisión estratégica contar con un pavimento infame, no sólo en Torreón, sino en Gómez, Lerdo y Matamoros. Es un incentivo al uso de otras modalidades de desplazamiento que el automóvil.

120 accidentes viales por semana sólo en Torreón, los muchos muertos en estos accidentes, los peatones y ciclistas atropellados producto de conductores no disuadidos por los operativos del alcoholímetro, por manejar a velocidades excesivas, siendo el límite ordinario 60 km por hora, "textear", ya la principal causa de accidentes, son todas señales del agotamiento del automóvil como medio de transporte. Ni un peso público más destinado a mejorar la infraestructura para el automóvil en Torreón y en las ciudades de la Comarca Lagunera.

El futuro de Torreón y de estas ciudades no puede seguir siendo ya la imagen de Houston de los años 70, ese es ya un modelo caduco y que muchos siguen teniendo en mente cuando hablan de avance. Necesitamos una ciudad compacta, amable para el habitante ordinario, una ciudad para caminar, una ciudad para vivir.

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