Protestas marcangobierno de Macri
El primer año del gobierno de Mauricio Macri en Argentina quedó marcado por protestas cada vez más frecuentes y multitudinarias de organizaciones sociales, sindicatos partidos y ciudadanos que salieron a las calles a repudiar sus políticas.
Decretos presidenciales, detenciones arbitrarias, violencia institucional, despidos, crisis económica y aumento de la pobreza fueron las principales demandas que recorrieron marchas y protestas en todo el país desde que el presidente asumió el 10 de diciembre de 2015.
Las primeras protestas estuvieron protagonizadas en su mayoría por organizaciones y simpatizantes kirchneristas, que se colocaron muy pronto como oposición tras haber perdido las elecciones presidenciales que pusieron fin a un ciclo de 12 años consecutivos en el gobierno.
Con el paso de los meses las concentraciones se fueron haciendo más masivas y plurales, ya que se sumaron sindicatos no alineados con el kichnerismo, partidos de izquierda e incluso ciudadanos que habían votado por Macri.
La primera protesta, por ejemplo, tuvo lugar el 17 de diciembre, apenas siete días después de la asunción presidencial, en la Plaza de Mayo, en reclamo a los decretos en los que Macri designó a dos jueces de la Corte Suprema y derogó la llamada Ley de Medios.
Una de las principales promesas de la campaña de Macri había sido el respeto institucional pero, apenas asumió, evadió al Congreso y tomó estas dos medidas radicales.
Ante el escándalo y en lo que sería un sello de su gobierno, el presidente dio marcha atrás en la designación de los jueces y esperó a que los nombramientos fueran validados por el Parlamento, lo que ocurrió meses más tarde.
En enero, las marchas en Buenos Aires y las principales ciudades del país se debieron a los despidos masivos que se registraron durante las primeras semanas del gobierno en el sector público y privado.
Aunque Macri siempre negó que hubiera despidos masivos, datos oficiales reconocieron más tarde que alrededor de 120 mil personas habían perdido su trabajo, cifra que estudios privados elevaban a 200 mil.
El 17 de febrero se realizó una de las movilizaciones más conmovedoras, ya que hubo una marcha hacia el Congreso para protestar por un operativo policial que dejó a niños heridos de balas de goma.
El caso fue una de las primeras muestras de que el gobierno carecía de sensibilidad social, ya que nunca tuvo mensajes de solidaridad con los menores heridos ni con las víctimas de violencia institucional que hubo en los meses siguientes.
Para marzo, comenzaron a multiplicarse las protestas sindicales y las de los gremios periodísticos, ya que algunos medios fueron estafados por sus dueños que dejaron de pagarles sueldos, aguinaldos y prestaciones.
Durante este año, la Confederación General del Trabajo, la Central de Trabajadores de Argentina y la Asociación de Trabajadores del Estado han hecho huelgas y marchas, pero no han acordado el paro general convocado por algunos gremios y temido por el gobierno.
En julio, Macri enfrentó el primero de los dos “cacerolazos” registrados en su breve periodo de gobierno, cuando decenas de miles de personas protestaron por el alza de tarifas de servicios básicos de luz, agua y gas.
Las protestas, que fueron nacionales y sin distinción partidaria, obligaron a que el gobierno, otra vez, diera marcha atrás, pero las calles continuaron tomadas por reclamos como el drástico recorte presupuestal en el estratégico sector de la ciencia y la tecnología.
En las últimas semanas, con una pobreza en aumento y un país en recesión, las movilizaciones se han centrado en reclamos de mayores programas y apoyos a los sectores más desfavorecidos y el reconocimiento de una Emergencia Social.
Pulso Político On Line/ Notimex / Foto: Internet