Celebran dos mil rondas por desaparecidos
Las Madres de Plaza de Mayo celebraron hoy, acompañadas por una multitud, su ronda número dos mil, un acto que han realizado semanalmente en forma ininterrumpida por las víctimas de la dictadura que gobernó Argentina de 1976 a 1983.
El 30 de abril de 1977, un grupo de mujeres que buscaban a sus hijos secuestrados por los represores se juntó en la Plaza de Mayo y, como el gobierno militar prohibía las reuniones públicas y colectivas, comenzaron a caminar alrededor de la pirámide que hay en el lugar.
Desde entonces, cubiertas las cabezas con el emblemático pañuelo blanco, las Madres jamás dejaron de hacer, una vez por semana, una ronda que se convirtió en uno de los símbolos más importantes de los derechos humanos en el país sudamericano.
Este jueves, miles de personas se acercaron a acompañar a uno de los organismos de derechos humanos de Argentina que tiene mayor reconocimiento a escala internacional.
Como cada semana, tuvieron actos separados la asociación Madres de Plaza de Mayo que preside Hebe de Bonafini, y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que no tiene a una sola dirigente.
La pirámide de la Plaza de Mayo fue decorada con filas interminables de pañuelos blancos plagados de mensajes de agradecimiento por la lucha ininterrumpida que llevaron a cabo en pos de la verdad, memoria y justicia por las víctimas de la dictadura.
Los retratos en blanco y negro de las Madres colgaban en cables por encima de los manifestantes, muchos de los cuales lloraban ante la sola presencia de alguna de estas mujeres que, pese a ser ancianas, no dejan de cumplir con su misión.
Argentinos y turistas se sacaban fotos con los pañuelos blancos que están pintados de manera permanente en el piso de la Plaza, mientras que otros vestían camisetas con la leyenda “2000 rondas”.
Las rejas que protegen la Plaza fueron cubiertas con pañuelos con el lema “¡Ni un paso atrás!”, en tanto que algunas personas mostraron mensajes escritos en cartulinas como “Gracias Madres, Abuelas. Orgullo Nacional”.
Pese a la multitud, se lograron organizar cordones para que las Madres, identificadas siempre con el pañuelo en el que bordaron el nombre de sus hijos desaparecidos, hicieran la tradicional marcha alrededor de la pirámide.
La conmemoración tuvo un toque especial, ya que se llevó a cabo en un momento de alta tensión entre los organismos de derechos humanos y el presidente argentino Mauricio Macri.
Apenas la víspera, Macri calificó como “desquiciada” a Bonafini, llamó “guerra sucia” al terrorismo de Estado y evadió definirse sobre el número de desaparecidos que dejó el gobierno militar.
La semana pasada, en una entrevista con Notimex, el presidente ya había confirmado que no impulsaría los juicios de lesa humanidad contra los represores, ya que ello era tarea del Poder Judicial.
Pulso Político On Line / Notimex