Según la CNDH Julio César Mondragón fue desollado “por la fauna nociva del lugar”
Dos años, en los que las instituciones, lejos de darnos respuestas y certidumbre con respaldo científico, nos ofrecen versiones extrañas y de origen dudoso.
El turno de hoy corresponde a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quien ha entregado parte de su informe sobre los hechos ocurridos la noche del 27 de Septiembre del 2014, en donde desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
En él, la CNDH asegura que la muerte del normalista Julio César Mondragón fue producto de un golpe, y no de un disparo en la cabeza, como señaló el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI). Así mismo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos afirma, que el rostro desollado de Julio César, fue provocado “por la fauna nociva que se encontraba en el lugar’, una versión que las propias autoridades han intentado difundir en repetidas ocasiones, a pesar de que familiares del joven normalista han rechazado esta versión ‘‘por insostenible y absurdo’’ tomando en cuenta que la única parte del cuerpo que fue atacada “por la fauna nociva del lugar” fue justamente el rostro, dejando intacto el resto de su cuerpo.
En su propio informe el Grupo de Expertos Independientes, señaló que “Luego de 5 meses sin prestar la menor atención al esclarecimiento de la tortura y ejecución de Julio César Mondragón Fontes, ahora la PGR pretende dar por resuelto el crimen con una acción sumaria, efectista y de impacto mediático y, por tanto, dejar sin sustento una de las “Razones por las que no se puede cerrar el caso Ayotzinapa”. Sin embargo, esta pretensión es débil por cuanto las técnicas de tortura que fueron utilizadas para despojar a Julio de su rostro son enseñadas, mecanizadas y planificadas. Hay un entrenamiento en ello. La agresión que padeció el normalista no es producto del impulso individual ni pudo haber sido realizada por una sola persona.”
Sin embargo, para la CNDH parece mucho más acertada la versión de la “fauna nociva”, argumentando que “lamentablemente, a más de un año después de su fallecimiento y enterramiento, y luego de diferentes intervenciones médico forenses realizadas después de su fallecimiento, los restos ya no se encuentran en las mismas condiciones para su examen que en septiembre del 2014 cuando sucedió el homicidio y no nos permite ahondar en mayor detalle en este aspecto”.
Por su parte, la CNDH afirmó que existe un video que grabó el propio Julio César Mondragón en donde capta la persecución y parte de la agresión que sufrió, por lo que la CNDH pidió a la PGR que investigue y encuentre este material, ya que contribuiría a seguir otra línea de investigación que (por alguna razón) no se había considerado hasta ahora y que es la tortura.
Por último, la CNDH también pidió a las autoridades que investiguen a 11 personas señalados por integrantes de los Guerreros Unidos como los responsables de la tortura y homicidio de Julio César Mondragón, donde destaca el nombre del recién detenido Víctor Hugo Benítez “El Tito”, quién podría aportar datos suficientes para esclarecer una parte de este gran rompecabezas llamado Ayotzinapa.
El 26 de Septiembre del 2015, al cumplirse un año de la muerte de Julio César Mondragón, su esposa Marissa Mendoza, nos compartió su dolor y las inconsistencias que han marcado el caso de Julio César en este video:
