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Viene una pelea encarnizada (Columna)

Columna: Bajo mi sombrero
Por: Martiniano Alcocer

El PRI, erosionado por el hartazgo frente a la corrupción y la inseguridad, vio menguar su hegemonía territorial y perdió al menos tres plazas que jamás han tenido otro partido gobernante.
El periódico español El País, en un análisis de las elecciones del domingo 5, publicado ayer, opina que pusieron en evidencia los complejos equilibrios que van a determinar la lucha política en los próximos dos años, la cual "se vislumbra larga y encarnizada". 
"El PRI, erosionado por el hartazgo frente a la corrupción y la inseguridad, vio menguar su hegemonía territorial y perdió al menos tres plazas que jamás han tenido otro partido gobernante (Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo) a manos de candidatos del PAN, que renace de sus cenizas".
Al otro lado de la cancha, apunta El País, se situó el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, cuyo notable ascenso, en gran parte a costa del PRD, quedó a medio camino.
También señala: 
El PRI muestra sus fisuras. El balance fue desigual. Arrebató a la oposición Sinaloa y Zacatecas, pero perdió Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz, tres estados que siempre habían pertenecido al PRI. Este descalabro, sobre todo, en Veracruz, el tercer territorio más poblado de México, supone una potente señal de alarma para el PRI y para el propio (Manlio Fabio) Beltrones, del que se especulaba que, tras estas elecciones, podía ser de los aspirantes a suceder a Peña Nieto.
Bien distinta resultó la noche para López Obrador. Los resultados obtenidos el año pasado, en su estreno, fueron débiles. Pero desde entonces la inagotable actividad de López Obrador le ha abierto espacio entre los descontentos.
El PRD tiene una digestión aún más difícil de los comicios. En los dos últimos años su trayectoria ha sido declinante, cada paso que ha dado se ha topado con la sombra de López Obrador.
La sorpresa llegó de la mano del PAN. Dio el gran golpe al ganarle al PRI al menos tres plazas fuertes: Tamaulipas, Quintana Roo y la crucial Veracruz. Un avance que revela que todavía es un actor clave en el escenario nacional. Y un adversario tan temible o más para el PRI que López Obrador. 
Estoy casi de acuerdo.