Filo Mayor por Jaime Irra Carceda: Sebastián de la Rosa Peláez

No me cabe la más pequeña duda de que en territorio guerrerense el PRD y las demás izquierdas tienen en el diputado local Sebastián de la Rosa Peláez el activo político mejor posicionado, agudo, perspicaz y con una claridad ideológica sobre la ruta que deben seguir las organizaciones de su encuadre, tanto en lo que tiene que ver con el abanderamiento de los movimientos sociales reivindicatorios, como viendo hacia junio del 2018, cuando iremos nuevamente a elecciones, especialmente para votar por un nuevo presidente de México.

En cuando a lo ideológico, De la Rosa dijo apenas el pasado jueves que rechaza tajantemente una alianza del PRD con la derecha, concretamente con el PAN, oponiéndose a la posición que ha asumido el Comité Ejecutivo Nacional de su partido que es encabezado por Agustín Basave, ex priísta amigo de Luis Donaldo Colosio, el hombre que era candidato del PRI a la Presidencia de la República en 1994 y que fuera asesinado.

De la Rosa piensa que el PRD debe vincularse, acompañar a los movimientos sociales que en Guerrero presentan demandas que son ancestrales, o al menos seculares, como la pobreza, y arguye que su partido ahora no está en esa ruta.

Y da ejemplos del distanciamiento que el sol azteca, específicamente en Guerrero: en el Congreso local sus compañeros diputados perredistas están más entregados por sus futuros políticos particulares que en los problemas que afuera del recinto legislativo sufre la gente. Esa fue una de las razones por las que a mediados de marzo de este año De la Rosa renunció a la coordinación de su bancada en el Congreso del Estado, porque sus compañeros están alejados de las luchas sociales y más involucrados en la disputa por el poder; vaya, ven el árbol y se olvidan del bosque.

Esto, a mi juicio, distingue al hombre del mechón en medio de su cabellera. Lo que dice, me parece, es cierto, el perredismo ha perdido enjundia, se olvida de lo que ocurre afuera de su parcela y la mayoría de sus políticos, se ve, se siente, están en el ejercicio público pensando en la acumulación de bienes personales. Ejemplos hay muchos. Aquí, nomás uno: David Jiménez Rumbo, ex diputado local, senador y ahora diputado federal. Un personaje que presume automóviles carísimos, entre otras cosas, en lugar de involucrarse con los movimientos sociales que reclaman justicia, justicia en todo.

Estoy de acuerdo con quienes afirman que De la Rosa Peláez ha sido o es un político congruente y consecuente, de ahí que muchas veces sus actitudes ligadas a la democracia causen escozor en muchas conciencias, vaya, escozor en muchos personajes perredistas y no perredistas. Esperemos que siga por ese camino, que no pierda el rumbo.