Por desbandada, kirchneristas pierden mayoría en Congreso
El kirchnerismo, que gobernó Argentina durante 12 años, concretó ayer su ruptura política en el Congreso después de la derrota sufrida en las elecciones presidenciales en noviembre del año pasado.
Un grupo de 18 diputados abandonaron la bancada del Frente para la Victoria, la fuerza política enmarcada en el Partido Justicialista (peronista) que crearon los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Ayer, los legisladores firmaron un documento para anunciar la creación de un nuevo bloque, lo cual pone fin a la mayoría con la que hasta ahora contaba el Frente para la Victoria y con la que aspiraba a presionar al gobierno de Mauricio Macri.
Esta ruptura fue impulsada por el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey y concretada por Diego Bossio, exdirector ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Ambos fueron figuras relevantes durante los gobiernos kirchneristas. Sin embargo, actualmente simbolizan la disidencia acorde con los nuevos tiempos políticos del actual gobierno macrista.
Con el anuncio de este día se formaliza la división e inconformidades internas que divide al Frente para la Victoria en dos bloques, uno de los cuales será liderado por el hijo de los expresidentes Kirchner y Fernández, Máximo Kirchner, quien ocupa su primer cargo de elección popular.
Las elecciones del año pasado dejaron en la Cámara de Diputados una conformación de 95 legisladores kirchneristas, 92 de la alianza Cambiemos que responde a Macri y el resto disgregado en otros bloques.
Ahora, el kirchnerismo tendrá garantizados sólo 77 votos, lo que será insuficiente para boicotear sesiones o evitar el respaldo a legislaciones impulsadas por el macrismo.
La mayoría en el Congreso orilló a Mauricio Macri a aprobar cinco decretos presidenciales durante su gestión, lejos de propiciar un diálogo con las bancadas para cumplir sus promesas de campaña.
El pasado 30 de diciembre, el Ejecutivo sudamericano ordenó la reforma de la ley de medios audiovisuales promulgada por el gobierno de Fernández, y que conformó una disputa con el periodismo de su país, en especial con Grupo Clarín.
"No me preocupa tener minoría en el Congreso en los primeros dos años de mi gobierno. Nunca tuvimos mayoría en la Legislatura y siempre buscamos consensos. Es lo que haremos con todas las fuerzas políticas para resolver los problemas de los argentinos", señaló Macri en noviembre pasado.
Poder Ejecutivo, beneficiado con ruptura
La fragmentación de la bancada kirchnerista Frente para la Victoria fortalecerá a la presidencia de Mauricio Macri.
En la Cámara Baja, el Ejecutivo estaba obligado a negociar para conseguir quorum y debatir los proyectos de ley impulsados por el actual gobierno.
"Seguiremos defendiendo los logros de la etapa que pasó, ello es parte de nuestro compromiso con todos los argentinos. Pero también es sumamente necesario reconocer errores, corregirlos y avanzar", manifestaron los diputados.
La fractura del bloque opositor se produce en momentos en que el peronismo ha entrado en un proceso de revisión y autocrítica tras la derrota electoral ante Macri en la segunda vuelta de noviembre.
El consejo del Partido Justicialista reunido poco después de la ruptura del bloque resolvió convocar a elecciones internas el 8 de mayo.
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