En tres días, Macri sube de 48 a 52% en sondeos presidenciales
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El candidato opositor argentino de la alianza Cambiemos, Mauricio Macri, aumentó su ventaja sobre Daniel Scioli a 10 días de la segunda vuelta presidencial en Argentina. Para los comicios del 22 de noviembre, Macri tiene una intención de voto del 48.7 por ciento, y Scioli del 40.2 por ciento, según un sondeo de la consultora Poliarquía. Lo anterior representa una ventaja de 8.5 puntos, por encima del 6.4 por ciento de personas que se declararon indecisas.
Mientras que el domingo pasado, la ventaja era de ocho por ciento. Macri afirmó que su ideología consiste en "resolver y hacer", y prometió alejar al país del socialismo que defienden varios de los líderes de la región.
En declaraciones a corresponsales extranjeros, el candidato de oposición y partidario de la libre empresa describió su visión de gobierno como "desarrollismo del siglo 21" en contraposición al "socialismo del siglo 21", un término utilizado por los seguidores del difunto mandatario venezolano, Hugo Chávez, y su sucesor, Nicolás Maduro, así como sus aliados regionales.
"Nuestra ideología es resolver, el hacer", afirmó Macri. "No creemos que el futuro de la Argentina sean las recetas del pasado. Hay una vía intermedia que es resolver los problemas de la gente, diciendo la verdad, respetando las instituciones", agregó.
Macri continuó con su estrategia de campaña de prometer tanto grandes reformas económicas para atender la enorme cantidad de problemas financieros de Argentina, como un gobierno de sentido común que trabajará en armonía con la comunidad internacional.
Se contrasta a sí mismo con la presidenta que deja el cargo, Cristina Fernández, quien durante más de ocho años en el poder llevó al país a la izquierda y a menudo tuvo enfrentamientos con líderes extranjeros, rivales políticos en casa y acreedores en otros países.
Macri alteró el panorama político con un final que superó las expectativas en la primera ronda electoral del 25 de octubre.
El funcionario, que deja el cargo como alcalde de Buenos Aires, obtuvo un apoyo del 34 por ciento, comparado con el 37 por ciento para Daniel Scioli, el candidato del partido gobernante y elegido por Fernández como su sucesor.
Scioli se mantiene a la ofensiva desde la primera vuelta, atacando con frecuencia a su rival y advirtiendo al electorado que las políticas de su rival son similares a las de la década de 1990.
El opositor, en cambio, mantiene su estrategia de proyectarse como un solucionador de problemas moderado que bajará el tono al enardecido discurso político en la nación sudamericana de 41 millones de habitantes.
Durante su presentación con la prensa extranjera, Macri dijo que "sería más fácil" para la presidenta brasileña Dilma Rousseff —de tendencia centro-izquierda_, ponerse de acuerdo con él que con Fernández, un golpe obvio para la aún mandataria argentina.
Macri dijo que se opone a los esfuerzos del presidente izquierdista de Bolivia, Evo Morales, de trazar un camino para ser reelecto en varias ocasiones, y argumentó que el cambio de poder es bueno para crear instituciones sólidas.
Expresó también preocupación por los líderes de la oposición en Venezuela, que han estado encarcelados bajo el gobierno socialista de Maduro. Macri dijo que, en caso de que esos líderes no sean liberados, como presidente de Argentina presionará para remover a Venezuela del bloque comercial de Sudamérica conocido como Mercosur.
Scioli, a favor de pactar bonos con EU
El referente económico de Daniel Scioli, el candidato oficialista a la presidencia, afirmó que para atraer inversiones es necesario resolver el litigio con los fondos de cobertura estadounidenses pero no detalló cómo hará para no dañar la capacidad negociadora de Argentina.
El economista Gustavo Marangoni dijo que Argentina "necesita inversiones y hay avidez para invertir" en el país sudamericano, lo que se lograría "encarando el cierre del tema" con los bonistas que reclaman en Estados Unidos una deuda millonaria por bonos en cese de pagos desde la crisis de 2001.
El peronista Scioli y su rival en la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre, el conservador Mauricio Macri, no han dado precisiones sobre cómo encabezarían las negociaciones.
Al respecto, Marangoni destacó la necesidad de "ser prudente".
"Estas negociaciones no se hacen frente a las cámaras de televisión porque nunca llegarían a buen destino", señaló el economista y presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Ese distrito, el mayor del país, es gobernado por Scioli desde hace ocho años.
Pero el asesor del candidato admitió que despejar este escollo "va a permitir el acceso al crédito virtuoso y al mercado internacional a menos tasas de interés".
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