Puebla y un gran 2015
Sin los reflectores de otros, merece más aplausos que el resto. El Puebla es, seguramente junto a Pumas, la revelación más grata del Apertura 2015.
Cierto, los camoteros no tienen un modelo de negocios envidiable ni mucho menos, pero bien vale la pena valorar lo que ha realizado Jesús López Chargoy, quien en su momento fue justamente criticado y hoy, en las buenas, no recibe el reconocimiento que merece.
Con pocos recursos, y mucho ingenio, el presidente del Puebla ha sabido sacar a su equipo de una crisis importante. Pocos recuerdan que al arrancar 2015 era el gran candidato a descender, amenaza que eludió agónicamente en el primer semestre del año, en el que además conquistó el título de Copa al derrotar en la Final a las Chivas.
No parecía lógico entonces cortar el proceso del entonces entrenador José Guadalupe Cruz, pero así ocurrió. Hubo que empezar de cero con un nuevo estratega, Pablo Marini, y volver a armarse con piezas de desecho de otros equipos y algunos extranjeros de bajo costo.
Costaba ser optimistas con el Puebla versión Apertura 2015, pero desde las primeras fechas supo darse a notar con triunfos muy destacados ante América, Pumas y Toluca, hoy los tres mejores equipos en la clasificación, y con 23 puntos —su cifra más alta desde 2009— ostenta un meritorio sexto lugar que le puede llevar a meterse, contra todo pronóstico, a la Liguilla, además de haberse alejado a ocho puntos de Morelia en la tabla de cocientes.
Todavía más increíble resulta que este desempeño lo haya conseguido sin jugar auténticamente en su estadio, pues lleva todo el año 2015 jugando en el campo de la BUAP, ya que el Cuauhtémoc ha sido remodelado por completo por el gobierno del estado.
El Puebla demuestra que, pese a lo monetizado que está el futbol, aún hay felicidad posible para quienes no tienen recursos de sobra.
witkerjor@yahoo.com
Twitter: @JorgeEWitker
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