La obra pública en México sale muy cara y es tardada
En promedio, las grandes obras en México tardan 19 meses más de lo previsto y cuestan 34 por ciento más.
De acuerdo con un análisis de Felipe Ochoa y Asociados Consultores con datos de la Auditoría Superior de la Federación.
Por ejemplo, la Línea 12 del Metro, en la que se contemplaba un costo de 13 mil millones de pesos, para octubre de 2013, cuando la obra fue abierta al público, el Gobierno federal y el del Distrito Federal habían pagado 26 mil millones de pesos.
En el caso de la hidroeléctrica La Yesca, la licitación mencionó 768 millones de dólares, pero terminó costando mil 42 millones adicionales, 30 por ciento más.
De acuerdo con un análisis de Felipe Ochoa y Asociados Consultores con datos de la Auditoría Superior de la Federación.
Por ejemplo, la Línea 12 del Metro, en la que se contemplaba un costo de 13 mil millones de pesos, para octubre de 2013, cuando la obra fue abierta al público, el Gobierno federal y el del Distrito Federal habían pagado 26 mil millones de pesos.
En el caso de la hidroeléctrica La Yesca, la licitación mencionó 768 millones de dólares, pero terminó costando mil 42 millones adicionales, 30 por ciento más.
Para la autopista Durango-Mazatlán originalmente se contempló una inversión de 10.8 millones de pesos, pero al final costó 28 mil 600 millones de pesos, 164.8 por ciento más.
Humberto Marengo, ex presidente de la Academia de Ingenieros de México (AIM), consideró que la principal causa de este fenómeno es la falta de planeación y estudios, además de una visión corta.
Del mismo modo que lo ha hecho la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), consideró necesario que exista un banco de proyectos, aunque mientras éste se elabora, pidió tener más visión y ser más realistas.
"En esa incertidumbre sí podríamos considerar que los proyectos deben costar un 20, un 30 por ciento más razonablemente", expresó.
Humberto Marengo, ex presidente de la Academia de Ingenieros de México (AIM), consideró que la principal causa de este fenómeno es la falta de planeación y estudios, además de una visión corta.
Del mismo modo que lo ha hecho la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), consideró necesario que exista un banco de proyectos, aunque mientras éste se elabora, pidió tener más visión y ser más realistas.
"En esa incertidumbre sí podríamos considerar que los proyectos deben costar un 20, un 30 por ciento más razonablemente", expresó.
Reyes Juárez, presidente y director general de FOA Consultores, acotó que, en ocasiones, las bases de licitación de los proyectos no están ajustadas a la realidad, sino a los tiempos políticos, por lo cual es prácticamente imposible que se concluyan a tiempo.
Manuel Mendizabal, director gerente en México de Globalvía, aseguró que los proyectos con los que se lanzan las licitaciones no están suficientemente detallados y, tras la adjudicación, las empresas tampoco tienen tiempo para mejorarlos.
"Un proyecto ejecutivo de una carretera compleja debería tener un mínimo de entre 9 y 12 meses, (pero), en algunos proyectos, en tres meses hay que estar construyendo", agregó.
Manuel Mendizabal, director gerente en México de Globalvía, aseguró que los proyectos con los que se lanzan las licitaciones no están suficientemente detallados y, tras la adjudicación, las empresas tampoco tienen tiempo para mejorarlos.
"Un proyecto ejecutivo de una carretera compleja debería tener un mínimo de entre 9 y 12 meses, (pero), en algunos proyectos, en tres meses hay que estar construyendo", agregó.
El presidente de FOA Consultores explicó que, aunque no es tan común como debería, el retraso, encarecimiento y ejecución defectuosa de grandes obras sí llega a castigarse.
Un ejemplo de esto fue la inhabilitación de la empresa Gutsa por irregularidades con obras otorgadas por Caminos y Puentes Federales.
Sin embargo, consideró necesario que los proyectos se diseñen de tal forma que concluir a tiempo convenga a los intereses de las constructoras, como ocurre en las Asociaciones Público Privadas.
Un ejemplo de esto fue la inhabilitación de la empresa Gutsa por irregularidades con obras otorgadas por Caminos y Puentes Federales.
Sin embargo, consideró necesario que los proyectos se diseñen de tal forma que concluir a tiempo convenga a los intereses de las constructoras, como ocurre en las Asociaciones Público Privadas.
