Cumple con tus propósitos de año nuevo

Todas quisiéramos cambiar algo sobre nuestro cuerpo, pero rara vez hacemos algo para lograrlo. Y cuando por fin tomamos la decisión de hacerlo, hallar la motivación necesaria para mantenernos ahí, no es nada sencillo.
 
En realidad, la motivación está en tu mente. Si te comprometes contigo misma a hacer las cosas, sin duda lograrás el cuerpo de tus sueños y vivirás mejor. Lo primero es aceptar que hay cosas que puedes cambiar. Aprende a reconocer tus defectos y deja de evitarlos. Si hay algo que no te gusta, ¿por qué no cambiarlo?
 
Llevar una vida sana es bastante complicado. De hecho, lo más difícil es comenzar a hacer cambios en tu rutina. Si te mentalizas a llevar un estilo de vida más sano, cuidarte será algo natural para ti y dejarás de verlo como un sacrificio. Tienes que darte cuenta de que sólo necesitas un par de meses para contrarrestar todos los años de poca actividad y dietas dudosas.

Si tu propósito de Año Nuevo es ponerte en forma y quieres asegurarte de cumplirlo, hay un par de trucos que pueden ayudarte.

No intentes cambiar de la noche a la mañana. Velo de esta manera: Si haces dos horas de ejercicio hoy y el resto de la semana no haces absolutamente nada, los resultados serán bastante dudosos. Pero, en cambio, si haces media hora de ejercicio diariamente, poco a poco comenzarás a ver resultados. Si tu plan es hacer ejercicio desde el 1º de enero, ve poco a poco y no quieras hacer más de la cuenta.

Busca inspiración. Obvio a todas nos gustaría tener cuerpo de supermodelo, entonces, ¿por qué no usarlas como inspiración? Un recorte de revista junto a tu espejo es la mejor manera de iniciar el día, ya que obligarás a tu mente a hacerse a la idea de tus propias metas.

Antes y después. Si buscas videos de "antes y después" en YouTube, verás que obtener resultados no es tan difícil. Te parecerá algo más accesible y esto te motivará a no darte por vencida.
Mídete. ¡Lo decimos de manera literal! Toma una cinta métrica y mide tu cuerpo. No le creas tanto a la báscula y empieza a hacer las cosas de manera más profesional. El músculo ocupa menos espacio que la grasa, así que no todo depende del peso, sino también de las medidas. Si además de pesarte, te mides, notarás mejores resultados.

Ropa de ejercicio. Si el ejercicio trata de motivación, ¿por qué no aprovechar la ropa para inspirarte aún más? Dile adiós a los viejos pants y sal a comprar ropa de ejercicio que te haga lucir bien y que complemente tu físico. Lo importante es usar algo que te inspire a seguir haciéndolo día con día.

Cambia los ejercicios. La rutina es la mejor manera de desmotivarte, así que procura cambiar tus ejercicios de vez en cuando para evitar aburrirte. Si haces lo mismo todos los días, es más probable que te des por vencida. En cambio, si cada mes o cada semana haces algo diferente, te mantendrás motivada a seguir ejercitándote.

Haz planes. ¿Tienes una boda, fiesta o evento especial en los próximos meses? ¡Aprovéchalo! Tener metas definidas nos ayuda a mantenernos en el buen camino. Marca en tu calendario la fecha del evento y organiza tu rutina de acuerdo al gran día. Incluso si no tienes nada en puerta, puedes establecer una fecha al azar.

No dejes de comer. Existe mucha confusión entre hacer dieta y pasar hambre. No se trata de que vivas hambrienta, sino de que aprendas a tomar mejores decisiones alimenticias y nutricionales. Todo está en las opciones. En lugar de papitas, cómete una manzana. En lugar de un refresco, toma un vaso de agua. ¡Es más fácil de lo que crees!

Toma fotos. Si no vemos resultados tangibles, es muy fácil desmotivarnos.Toma una foto de tu cuerpo justo en este momento para saber en dónde te encuentras y haz lo mismo al final de cada semana. De esta manera, los resultados serán evidentes y esto te mantendrá motivada a seguir ejercitándote.

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