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"Yo fumo mota como leo un libro"

Según estimaciones del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas, con base en datos de la Encuesta de Adicciones en el DF, en la ciudad de México hay entre 50 y 75 mil "clientes" del mercado cannábico. Uno de estos consumidores es Xuti, quien disfruta la marihuana con fines recreativos y medicinales.

Ciudad de México.- Xuti se burla cuando escucha eufemismos o clichés en torno a lamarihuana. Unos hablan de "legalización", otros de "despenalización", y el resto, de "regulación" o "liberación", pero lo que a ella le interesa es consumir y ya, como lo ha hecho a lo largo del último sexenio de su vida.

Desde que era una niña, estuvo en contacto con el olor de la marihuana, pero decidió consumir su primer porro hasta los 26 años de edad.

"Ya empecé grandecita, después de analizar diversas circunstancias alrededor de los parámetros sociales que me podrían persuadir de no hacerlo para complacer la conducta establecida por la gente".

Mientras disfruta de una alita de pollo adobada, la estudiante de pintura habla de su pasión por el grafiti y evoca las propiedades terapéuticas de la marihuana que le ayudaron a soportar el intenso dolor cuando se rompió la clavícula.

Pero la mayor parte del tiempo, Xuti consume marihuana con fines recreativos (como se dice en la jerga cannábica). "Yo fumo mota como leo un libro, nunca me fijo en lo que me digan los otros".

A Xu, como le dicen sus amigos, le enoja que la sociedad mexicana esté más prejuiciada que informada, a pesar de que hay suficientes argumentos científicos, médicos, jurídicos, sociales, económicos, políticos y religiosos, para poder tomar una postura independiente y documentada hacia el tema.

"Lo de menos es que me digas marihuana, drogadicta o machorra, porque sí lo soy, sino la implicación que tiene todo eso hacia una persona: rechazos, aislamientos, burlas…"

Y los prejuicios que sostienen el rechazo social, a su vez, pretenden validar los actos de extorsión y abuso de autoridad que permanentemente acechan a los usuarios de drogas. Hace tiempo, Xuti fue acosada sexualmente por policías capitalinos que la hallaron grafiteando. Los uniformados cuestionaron sus preferencias sexuales, criticaron su imagen "masculina" y quisieron tratar de sacar provecho al detectar que había consumido marihuana.

Recuerda las ideas que circularon por su mente: "Yo tenía ganas de quitarles las pistolas y matarlos. Yo esperaba que me resolvieran una situación jurídica, no que abusaran del poder que se les otorga".

En cuanto al eslogan "Para que la droga no llegue a tus hijos", usado por el Partido Acción Nacional y el expresidente Felipe Calderón Hinojosa durante su sexenio, Xuti no puede concebir cómo es que la política mexicana aún esté subyugada a la fracasada "Guerra contra las drogas" que impulsó el exmandatario estadounidense Richard Nixon hace más de cuatro décadas.

Todas las personas son usuarias de alguna sustancia que les causa placer. Ya sea té de tila, manzanilla, tabaco, azúcar o marihuana; sin embargo, quienes consumen drogas ilegales son blanco de prejuicios y detenciones policíacas por la desinformación, argumenta Xuti.

El entrevistador señala que el primer sábado de cada año, se lleva a cabo la "Marcha Cultural del Día Mundial por la Liberación de la Marihuana", y Xuti regaña a la grabadora del reportero: "¡Es una pendejada! ¿Qué pinche marihuana vas a liberar? ¿Las cinco o las seis hojas que te fumas? ¿La semilla? ¿La esencia? ¡Si uno no quiere sentirse chingado por fumar!"

"La influencia de la droga es maravillosa en mi vida. Para mí, hablar de esto es como ir al baño y cagar, pero habrá gente que no le parezca lo mismo. Ver una fracción de la realidad diferente a la de todos los días, para mí es una ganancia infinita. Disfruto mis experimentos personales con otras sustancias. ¡Esto me da un placer único e inigualable!", exclama Xuti y añade a su última declaración un contundente: "¡Punto final!"(Terra)