25 años del señor gol en palabra de su artífice: Hugo Sánchez

Son las 'Bodas de Plata' de una anotación dorada. Hace 25 años, Hugo Sánchezconsiguió el "gol de su vida" al Logroñés, palabra que curiosamente de manera inversa se lee como 'Señorgol'.

El espectacular 'Señorgol' del mexicano Hugo Sánchez al Logroñés.

Era el 10 de abril de 1988 y el estadioSantiago Bernabéu vivía la Jornada 32 de la Liga española, con un Real Madrid al que le faltaba poco camino para amarrar su tercera corona de liga al hilo.

Bajo ese contexto, corría el minuto nueve del partido cuando llegaría una auténtica pintura en el lienzo de un mítico césped, hecha por un gran artista plástico de México. Centro largo por izquierda al área de Rafael Martín Vázquez, un pequeño movimiento hacia atrás, elevación a dos metros y chilena inmortal al ángulo superior derecho que sólo contempló el portero Juan Antonio Pérez, recordado históricamente como la 'víctima' de aquel zurdazo acrobático. 

Brazo lanzado en 'rueda de la fortuna', pirueta (Huguiña), y puño derecho arriba para celebrar la obra de arte... Chamartín de cabeza o mejor dicho, de pie, coreando el nombre de su héroe y agitando los pañuelos blancos en mano durante cuatro minutos.

"Cuando comentó un colega tuyo del gol que metí al Logroñés y me dijo: aniversario número 25, me quedé anonadado. ¿Cómo puede ser posible que haya pasado tanto tiempo?, y quieras o no mi memoria y mis recuerdos se vinieron atrás, desde que era niño" acota vía telefónica en exclusiva para Terra el 'Pentapichichi', quien a temprana edad fue inspirado por el hombre que lo procreó.

"De niño yo iba a ver jugar y entrenar a mis hermanos y a mi padre también cuando había una 'cascarita', porque soy el más chico de mis hermanos hombres y a mi padre no lo vi jugar de manera oficial, pero sus amigos y compadres me dijeron que era muy buen delantero, era delantero centro.

"En 'cascaritas' o 'pachanguitas' que le llaman y se organizaban, vi que mi padre se tiraba por lo menos una chilena en cada partido; entonces a mí se me quedó muy grabado a los cuatro años y dije: si mi padre hace eso, pues voy a practicar ese remate para hacerlo mío y en homenaje a él hacerlo mi jugada favorita. Y así fue como inicié la chilena, entonces cuando me dicen aniversario número 25, yo digo ¡Uuuuhh! Fue en el año 1988, pero para llegar a eso (gol al Logroñés), fue mucho tiempo", recuerda nostálgico 'Hugol'.

Sánchez Márquez ya había dado muestras de su calidad y Ricardo La Volpe, más tarde uno de sus personas non gratas, había sufrido la antítesis del 'Señorgol'.

"Similar al del Logroñés es el que le metí alAtlante (1979), en esa temporada les metí seis goles y marcar ese gol en el estadio Azteca, ganar, fue muy bueno; sin duda que fue el más bonito que metí en México, tanto así que los que eran dueños del Atlante me dieron un reconocimiento e hicieron una comida con los dos equipos, tanto Pumascomo Atlante para celebrar y me regalaron un Rolex que tengo guardado", señala el otrora '9' madridista, al tiempo de exhibir su obsesión por la perfección.

"Como que ese gol no era el que más me llegaba, quería destacar en el mundo y para serlo tenía que estar en el mejor equipo del mundo y de todos los tiempos que es el Real Madrid y ahí tuve la oportunidad de meter muchos goles de chilena; llegó ese momento, el cual había estado esperando y por el cual estaba luchando desde niño y que me ha llenado por completo, al cien por ciento".

Después de tanto tiempo, Hugo conserva intactos los recuerdos y sonidos de su magna conquista en el coloso de La Castellana, misma que quedará para la posteridad.

"Ese gol lo visualicé, de tal manera que cuando la pelota estaba entrando y estaba festejando, sabía que ése era el momento que estaba esperando y ha sido el momento más sublime de mi vida; el que haya entrado el balón en el ángulo superior derecho, la celebración, los festejos, las felicitaciones y el estadio lleno, con los pañuelos en alto, gritando mi nombre 'Hugo Hugo' y también 'Torero, torero' es inolvidable" recuerda el ahora entrenador, cuyo golazo tampoco pasó desapercibido por los rivales.

"Recuerdo que todos mis compañeros me vinieron a felicitar y los rivales, cuando estaba cerca de ellos, me felicitaban, me decían que qué gol tan impresionante había metido, que jamás habían visto un gol tan bonito. Fue el gol de mis sueños, fueron momentos de mucha euforia los tres o cuatro minutos que la gente estuvo de pie con los pañuelos en la mano gritando mi nombre y todo; no recuerdo haber visto una imagen así en el Bernabéu en muchísimo tiempo y le agradezco a toda la afición que lo haya celebrado de esa manera", señala el también ex técnico de la Selección Mexicana, quien aumenta la colección de 'piropos' cuando se le recuerda que el árbitro de aquel domingo era el debutante Brito Arce.

"Me agradeció al final del partido, me dijo que gracias por haberle permitido ser el árbitro de ese juego que pasará para la historia y que nunca había visto un gol tan bonito", comenta el ídolo 'merengue', no sin antes hacer mención de que su apoteósico remate inspiró un libro.

"Estoy feliz y contento de saber que ese gol está calificado dentro de los mejores de todos los tiempos y hasta un libro sacaron. Lo bautizaron 'el gol más bonito del mundo' y el periodista (Ignacio Villarreal) recopiló todos los comentarios y adjetivos; me gustó mucho el del entrenador (del Madrid) que en ese entonces era Leo Beenhakker, quien dijo que había que comprarse una botella de champagne e ir a festejar", resume Hugo, quien ya lo ha dicho todo con esa espectacular 'tijereta', como la llaman en España.(Terra)