Genera desconcierto la entrada en vigor de la “factura electrónica”, denuncia la CANAGRAF
Marcial Campuzano-SINCOMPU-Chilpancingo, Gro. 10 de diciembre de 2010.-La entrada en vigor de la “factura electrónica” a partir del primero de enero de 2011, está generando incertidumbre y desconcierto entre los contribuyentes por la falta de información, denunció el secretario general de la delegación Guerrero de la Cámara Nacional de la Industria de las Artes Gráficas (CANAGRAF), Francisco Osorio.
A escasos 21 días de que entre en vigor el nuevo sistema de control fiscal, prácticamente ningún empresario tiene suficiente información acerca de los gastos, cambios e implicaciones que ello implicará, comentó el representante empresarial.
Dijo que para el caso de Chilpancingo, algunas empresas han estado ofertando sus servicios de plataforma para la elaboración de comprobantes fiscales vía Internet, pero sólo para plazos de seis meses.
Informó que a partir de sondeos que han realizado los organismos del sector privado en la capital, se concluyó que no hay suficiente información acerca de lo que tendrán que hacer y gastar los propietarios de micro, pequeñas y medianas empresas para acoplarse a las disposiciones de la Secretaría de Hacienda.
Francisco Osorio comentó que más allá del impacto que se tendrá en el sector de las artes gráficas por la cancelación de los permisos para la elaboración de documentación fiscal, actualmente hay poca información sobre las implicaciones que tendrá para las empresas esa nueva etapa.
Indicó que la entrada en vigor implicará un duro golpe para el sector de las artes gráficas, puesto que muchas empresas viven de la elaboración de facturas y demás documentación fiscal.
Con la reforma promovida por la Secretaría de Hacienda, ahora dicha documentación se imprimirá por el contribuyente que tendrá que adquirir un sistema de cómputo, un programa especial para la operación de su contabilidad y comprobación fiscal, además de sellos para validar los documentos que emita.
Informó que la CANAGRAF nacional realizó un estudio sobre las alternativas más viables que tendrán los contribuyentes para elegir el modo de transición fiscal.
Destacó que aún y cuando los actuales comprobantes fiscales –en papel—, tendrán una vigencia limitada después del próximo 1 de enero, en la medida en que la propia Secretaría de hacienda vaya concretando la información sobre la forma en cómo habrá de operar el sistema electrónico, habrá mayor certidumbre para los propietarios de establecimientos.