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Genéricos permitirían reducción en precio de tratamientos antirretrovirales; experto

pastillasActualmente, el costo que supone la producción de los fármacos frente a las hepatitis virales, el VIH y la tuberculosis es tan bajo que cada una de estas infecciones podría tratarse por menos de 90 dólares (anuales en el caso del VIH o la hepatitis B; por tratamiento completo en el caso de infecciones curables), afirmó Andrew Hill, durante su participación en el Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica del VIH que se celebró en Glasgow, Escocia, esta semana.

En su intervención, el investigador en farmacología de la Universidad de Liverpool, recordó que el costo de los fármacos genéricos para curar la tuberculosis está por debajo de los 90 dólares para un tratamiento de seis meses y determinados regímenes antirretrovirales suponen menos de 90 dólares anuales en los países con pocos recursos. El precio de los tratamientos genéricos contra las hepatitis B y C también están descendiendo y existe margen para que lo haga aún más.

Para finales de 2017, advirtió,  podría ser posible tratar el VIH en Sudáfrica y Europa por el mismo precio, pero el tratamiento de la hepatitis seguirá siendo muy caro en los países de rentas más elevadas a menos que las empresas farmacéuticas acepten aplicar una reducción de precios a cambio de acuerdos para tratar a un mayor número de personas, como ha sucedido en Australia.

En lo referente al VIH, Hill puso de relieve la oportunidad que existe para reducir el coste de la terapia antirretroviral en los países más desarrollados a lo largo de los próximos años, ya que expirará la patente de muchos de los antirretrovirales prescritos con mayor frecuencia.

Efavirenz y lamivudina son dos fármacos ya disponibles como genéricos, mientras que abacavir/lamivudina y lopinavir/ritonavir estarán disponibles como genéricos a finales de este mismo año 2016, explicó.

Además de que en 2017, estarán disponibles las versiones genéricas de emtricitabina, tenofovir, atazanavir/ritonavir y darunavir/ritonavir. En la mayor parte de los casos estos productos ya se encuentran a la venta con la precalificación de la Organización Mundial de la Salud o la Agencia para la Alimentación y el Medicamento de EUA (FDA, en sus siglas en inglés) para su compra por el Fondo Global para la Lucha contra el Sida o el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para Paliar el Sida (PEPFAR) y han superado unas restrictivas pruebas reguladoras, lo que garantizaría en el futuro su rápida aprobación en los mercados de los países desarrollados.

Sin embargo, advirtió que muy pocos de los organismos públicos responsables de la elaboración de políticas o de las compras de fármacos antirretrovirales en Europa son conscientes de lo barato que pueden fabricarse estos medicamentos.

También destacó que ese problema se ve acrecentado en algunos países como Estados Unidos donde las compañías de seguros médicos se ven obligadas a pagar hasta cuatro veces más que el Sistema Nacional de Salud británico (el NHS, en sus siglas en inglés) por productos antirretrovirales de marca. Por ejemplo, en 2016, en la nación norteamericana, el precio de un año de prescripción de Truvada fue de 21 mil 120 dólares frente a los cinco mil 553 dólares que supuso en Reino Unido. Por comparación, actualmente, en los países de ingresos bajos y medios, está disponible una versión genérica de tenofovir/emtricitabina por unos 67 dólares al año.

Para acabar con estas flagrantes diferencias, es necesaria una mayor implicación a este nivel de todos los sistemas sanitarios (de países con ingresos altos, medios o bajos) -del mismo modo que una mayor transparencia respecto a las políticas de negociación de los precios de los medicamentos-, ya que pagar un precio desproporcionado por un producto (incluso teniendo en cuenta costos de investigación, una parte importante de la cual se ha realizado con recursos públicos) acaba repercutiendo en dificultar el acceso de las personas a medicamentos esenciales.

A su vez, mencionó el impacto que podría tener la llegada de los genéricos sobre la capacidad de las compañías que fabrican los fármacos de marca para negociar precios más elevados en los productos innovadores, ya que, aunque estas empresas podrían argumentar que el valor añadido de un producto en términos de calidad de vida, superioridad biológica o conveniencia bastaría para justificar un plus económico respecto a otros productos existentes , especialmente formulaciones anteriores del mismo fármaco, estas compañías podrían encontrar más difícil de justificar los precios elevados al compararlos con los productos genéricos de coste reducido.

Para el ponente, la erradicación de una enfermedad -sea el VIH, las hepatitis virales o la tuberculosis- solo es posible si existen fármacos disponibles a precios reducidos, dentro de los presupuestos nacionales de salud. Los actuales objetivos mundiales de la eliminación de estas enfermedades no se alcanzarán sin reducir los precios y la disponibilidad de un creciente abanico de fármacos genéricos para tratar el VIH pondrá en tela de juicio el elevado precio de los productos de marca.