En tanto, Conapred se desentiende de expresiones discriminatorias de Nicolás Alvarado
La muerte del popular cantante no es ajena al organismo creado para prevenir y erradicar la discriminación. En su página de internet mantuvo a lo largo de la semana una nota breve de El Universal sobre la muerte del cantautor, cuyo nombre real fue Alberto Aguilera Valadez.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) no tiene queja ni abrió expediente de oficio por las expresiones discriminatorias del ahora exdirector de TV UNAM, Nicolás Alvarado Vale, luego del artículo publicado en Milenio diario el pasado martes, a propósito de la muerte del cantautor Juan Gabriel.
La muerte del popular cantante no es ajena al organismo creado para prevenir y erradicar la discriminación. En su página de internet mantuvo a lo largo de la semana una nota breve de El Universal sobre la muerte del cantautor, cuyo nombre real fue Alberto Aguilera Valadez.
El texto difundido por el Conapred menciona aspectos de su último concierto en Santa Mónica, California, y la dependencia federal destacó en negritas y con subrayado lo que la noticia cita como el último mensaje del extinto artista:
“Felicidades a todas las personas que están orgullosas de ser lo que son”.
Pero respecto a Nicolás Alvarado, nada en la página de internet y, al recorrer la sección Sala de Prensa, el Conapred no aborda desde algún enfoque una de las polémicas más encendidas de esta año en la materia.
Su área de Comunicación Social confirmó esta mañana a Apro que no hay queja ni procedimiento de oficio sobre el articulista y hasta ayer funcionario de la UNAM.
Al realizar una búsqueda del nombre de Nicolás Alvarado en el sitio de la entidad gubernamental, se localizaron nueve resultados en los que aparece como autor, como es el caso del libro titulado Ellas… por ellos, publicado en julio de 2012.
El libro, cuya versión digital se puede localizar en la página del Conapred, compila textos de diferentes personalidades de la política, la cultura y los medios de comunicación. Alvarado participó con el texto “¡Oh, diosas!”, en el que cuenta en primera persona su relación con mujeres, la influencia que han tenido en él y un talante misógino que al final declara superado.
Además de presentaciones del mencionado texto, Alvarado Vale habría participado en distintas actividades del Conapred.
La polémica, la ley y la renuncia
En el polémico artículo de Milenio diario, Nicolás Alvarado Vale cuenta sus apreciaciones estéticas sobre Juan Gabriel y la forma en que generó un programa en TV UNAM al respecto, para luego de reconocerse clasista y expresar que le irritan sus lentejuelas (de Juan Gabriel), “no por jotas sino por nacas”, también “su histeria elemental” y su sintaxis “iletrada”.
El fallecido compositor de música popular, originario de Parácuaro, Michoacán (ciudad cuyo nombre es de origen purépecha aunque de escasa población indígena), tuvo origen humilde y nunca fue claro en su preferencia sexual, pero era objeto de burlas y especulaciones al respecto. Con un solo párrafo, Alvarado hizo alusión a la condición de clase, apariencia física, género y cultura del Divo de Juárez.
Además, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, “naco” equivale en México a “indio, originario de los pueblos indígenas”, aunque en el uso cotidiano el vocablo tiene una carga peyorativa.
En su artículo primero, la Constitución mexicana prohíbe cualquier forma de discriminación, en tanto la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación, también en su artículo primero, establece:
“Se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional, y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo”.
Luego añade, entre otras formas de intolerancia, la homofobia.
Después de tres días de reclamos en redes sociales, pronunciamientos, artículos y engrosamiento de la petición al rector de la UNAM, Enrique Graue, de despedirlo, esta mañana se informó que Alvarado Vale renunció al cargo universitario y, en un comunicado que no aludió directamente al artículo ni su autor, la casa de estudios expuso:
“La Universidad Nacional refrenda su compromiso con el esfuerzo y talento de los miembros de su comunidad, así como con valores universitarios, como la tolerancia, y el respeto a la pluralidad y la diversidad”.
