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Emerge candidata“verde” de EU

Jill Stein, una doctora que abandera al Partido Verde, apareció súbitamente en el radar político como heredera natural de una porción del voto a favor de Bernie Sanders, con el potencial de convertirse en figura clave en el desenlace electoral.

Cientos de los partidarios de Sanders que acudieron como delegados o manifestantes a la Convención Nacional Demócrata de Filadelfia portaban pancartas a favor de Stein, coreaban su nombre en las calles y desplegaron su póster en el mismo pleno de la cita partidista.

“Hay una revolución política en marcha y no va a ser detenida”, proclamó Stein en un mensaje que coincidió con la cita demócrata. “Ha sido inspirador para mi ser testiga de la determinación del movimiento de Sanders (…) Es el último baile de un sistema político obsoleto”.

Aunque virtualmente desconocida a nivel nacional, a sus 66 años, la doctora es una veterana de la política presidencial, al menos como abanderada de un partido marginal.

En 2012 compitió por la Presidencia y en dos ocasiones previas por la gubernatura de Massachusetts. Ninguna de esas aventuras políticas fue coronada con el éxito. Pero la división dentro del Partido Demócrata, ayudó a visibilizar una candidatura que había pasado desapercibida.

En el plano académico sus credenciales son impecables. Estudió Psicología, Sociología y Antropología en la Universidad de Harvard, donde se graduó con honores Suma Cum Laude en 1973. Seis años después recibió su cédula profesional como doctora egresada de la Harvard Medical School.

Una de sus áreas de interés profesional fue el análisis de la vinculación entre salud pública y entorno socio-económico. Como doctora atendía a sus pacientes, pero como activista social combatía las causas de las enfermedades, como las plantas de carbón de Massachusetts.

Optimista, Stein cree que este año los movimientos marginales tienen una oportunidad inmejorable para capturar, no sólo una porción creciente del electorado joven, tradicionalmente apático en su participación electoral, sino incluso la Presidencia de Estados Unidos.

“Es importante rechazar la propaganda que nos dice que Hillary Clinton es la respuesta. Desafortunadamente ella es parte del problema (…) Nosotros no somos un pie de página irrelevante. Potencialmente podemos movilizar los votos para ganar la elección”, sostiene Stein.

Encuestas muestran, sin embargo, que Stein apenas cuenta con el 5.0 por ciento de la intención del voto y aún está por verse el impacto en la inclinación del voto a su favor después de la Convención Demócrata.

Las cifras distan no sólo del 19 por ciento obtenido por el candidato independiente Ross Perot en 1992, sino del 9.0 por ciento que acumula actualmente el otro candidato marginal del Partido Libertario, Gary Johnson.

Pero si las elecciones del 8 de noviembre son más competidas de lo que proyectan expertos, la más mínima diferencia podría ser decisiva en los estados “campos de batalla” que definirán la elección, como Florida, Virginia, Pensilvania y Ohio.

Fundamentado o no, el optimismo sobre el impacto potencia de Stein es compartido por una porción de los seguidores de Sanders, que se sintió defraudada por las revelaciones de Wikileaks de que funcionarios del Partido Demócrata favorecieron a Clinton por encima de Sanders.

“Hillary Clinton debe estar en la cárcel y Bernie debe ser el nominado. Pero si no es el nominado, yo voy a votar por Jill Stein”, sostuvo la peruano-americana Lucia de La Roca, una de las fieles admiradoras del senador socialista por el estado de Vermont.

A menos de 100 días de las elecciones presidenciales, miles de los seguidores de Sanders crearon el hashtag #JillNotHill para galvanizar apoyo en torno a la doctora Stein.

Como candidata del Partido Verde, fundado en 2001 con una organización política de orientación socialista, Stein apoya una reforma total del sistema migratorio de Estados Unidos, bajo la filosofía que el ser humano debe tener el derecho de vivir y trabajar libremente donde elija.

Para los millones de inmigrantes indocumentados de Estados Unidos, la Plataforma del Partido Verde apoya una iniciativa de legalización que contempla un camino a la ciudadanía, salvo para aquellos inmigrantes que sean un peligro “claro y real” para la sociedad.

Asimismo apoya una tarjeta de cruce permanente para todos los residentes fronterizos de México y Canadá cuya identidad pueda ser rastreada y verificada, y favorece el reconocimiento de la “matrícula consular” mexicana como documento de identidad válido.

Para terminar con lo que califica como la “explotación” de trabajadores migrantes, el Partido Verde propone facilitar el proceso de obtención de permisos de trabajo a fin de “descriminalizar” el empleo.

Hasta el momento la Plataforma Política del Partido Verde ha tenido escasa difusión en Estados Unidos. Por tener una intención de voto menor al 10 por ciento, ni Stein, ni el candidato libertario Johnson estarán en los debates presidenciales entre Hillary Clinton y Donald Trump.

Encuestas muestran que el 90 por ciento de los partidarios de Sanders planea votar por Hillary, por lo que el 10 por ciento restante podría dividirse entre Stein, Johnson y Trump, y entre aquellos que opten ausentarse de las urnas en señal de protesta.

Pulso Político On Line/ Notimex / Foto: Internet