Sol, banderas y colores: la diversidad toma las calles
Xochitl Celaya Enríquez
Banderas coloridas ondeantes, gafas tornasol y coronas de flores anunciaron la presencia de una de las manifestaciones más importantes de la lucha por los derechos de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, travestí, transgénero e intersexual en México.
Un cartel reza: “la diversidad es la mayor expresión de libertad”. Alberto, con labios color púrpura lo porta y alza la voz para decir que el sexo no determina nuestra preferencia, “no queremos más estereotipos”.
Muy emocionada, antes de comenzar el recorrido que tomas las principales avenidas de la Ciudad de México, una chica sube al templete principal, en la glorieta del Ángel de la Independencia, para decir: “quiero pedir al amor de mi vida que se case conmigo”. De entre el público apareció una joven con una gran sonrisa y respondió que si.
Una bandera de 300 metros de largo esperaba ser alzada por dos grandes hileras de personas. Mascotas, bicicletas y carritos de antojitos ya se habían integrado a la celebración del orgullo. Ya se había dado el banderazo de salida.
A unos metros, se escuchaban claxonazos graves, provenientes de un tráiler. Era Rosa Gloria Chagoyán, Lola la Trailera, que con un imponente tráiler se abría paso entre la diversidad de contingentes.
Atrás de ella, venía un grupo de jóvenes que portaban pancartas con las palabras igualdad, personas, derechos, libertad.
Paul Ibarra, proveniente de San Luis Potosí, aseguró que viene a la Ciudad de México para hacer valer muchos de los derechos que en su entidad le son negados, como casarse; sin embargo, aseguró que siempre es agradable estar en un lugar donde puede sentirse libre, pues en su estado, en los restaurantes, aún corren a las parejas conformadas por personas del mismo sexo por el hecho de mostrar en público su afecto.
A la vez, un grupo de jóvenes gritaba: “juntos podemos hacer la diversidad. ¡Alto a la homofobia!”.
En la caminata se observaban trajes coloridos, pero uno en particular destacaba, el de Jesús, pues mostraba con orgullo un traje de tehuana, cuyo fondo negro era el perfecto contraste con las flores bordadas en su huipil, acompañado de un tocado diamantado que redondeaba el perfecto atuendo.
“No queremos violencia, queremos que las familias nos apoyen y que no se nos niegue el trabajo por ser muy obvios con nuestra preferencia sexual ni queremos que nos despidan por tener en secreto nuestros gustos. Es por ello que tengo 10 años viniendo a la marcha con gran orgullo a pedir respeto”, afirma uno de los más de 400 mil asistentes al evento.
El colectivo ¡Soy Homosexual! aseguró que la Marcha es una manifestación política, una marcha de derechos o una fiesta, lo principal es el respeto hacia todas las personas.
Un tráiler con una bandera multicolor, que era el fondo de la frase: Jesús me enseño a amarme como soy, y estoy orgulloso de mí, desfilo junto con muchos otros contingentes. De manera paralela, algunos madres que iban en el convoy gritaban: ¡Mi hijo gay es un regalo de Dios!”.
De entre las multitudes, aparece el Condomóvil, con flechas en el cuerpo, emulando a la figura católica de San Sebastián Mártir, Polo Gómez mostraba su torso desnudo con la inscripción “No más crímenes de odio”.
Atrás, la organización civil DKT lanzaba condones a quienes al ritmo de la música movieran su cuerpo.
“Los heterosexuales también somos diversidad” anunciaba un cartel. Vaqueros de diferentes partes de la República Mexicana con música de banda, sombreros y botas resaltaban en la plataforma de un tráiler en el que resaltaba el mensaje: “No más odio”.
“¡Viva Oaxaca! ¡Vivan los 43! ¡Viva la diversidad!”, “amén y dejen amar”, “por ti, por mi y por todos ¡respeto!” eran parte de las consignas escuchadas en el andar de la marcha.
Un stand de Aids HealthCare Foundation invitaba a los caminantes a realizarse pruebas rápidas de VIH, algunas personas se acercaban y miraban atentas un video de la asociación.
Al llegar al Zócalo, un grupo de jóvenes se lanzaron a la plancha y en sus espaldas tenían letras escritas: “No más crímenes de odio”. El público asistente se les acercaba para tomarse fotos con ellos.
En medio del respetable, algunos sacaron una botella de refresco y sirvieron el líquido en pequeños vasos de plástico para acompañar un pollo rostizado que degustaron después de una larga caminata.
Mientras tanto arribaban más personas y contingentes a la Plaza de la Constitución. Algunos daban abrazos y besos gratis, otros pedían aplausos para la diversidad y unos más gritaban “¡somos visibles y somos libres!”.
Allí, un contingente proveniente de Veracruz manifestó su preocupación por los ataques recientes a miembros de su comunidad en el bar Madame de Xalapa y aseguraron que por esa razón era necesario hacerse presentes en esta XXXVIII Marcha.
En el escenario principal, los Drama Queers externaban su solidaridad con las víctimas de los atentados del bar Pulse en Orlando, Florida.
Ninel Conde le reiteró al público, que a pesar de la lluvia no se movía de sus lugares, que “el orgullo es para ustedes por estar aquí”.
Minutos más tarde, Lorena Herrera dijo que orgullo es “aceptarse como se es y no tratar de ser aceptados por la sociedad” y reiteró que cada persona es única.
La conductora Fernanda Tapia exhortó a todas las personas asistentes a estar unidas ante hechos como los de Xalapa y Orlando.
Por su parte, Alejandra Guzmán, la artista aliada de esta edición de la Marcha, pidió al público asistente no olvidar la necesidad del respeto y agradeció a todas aquellas personas que han enseñado como ser una familia sin importar las preferencias o identidades de las personas.
Igualmente, recordó que no todas las personas han tenido la misma suerte y soltó 50 globos de colores en homenaje a cada una de las personas caídas en Orlando en días pasados tras un ataque a un bar donde solían congregarse integrantes de la comunidad LGBTTTI.
Consulta la galería fotográfica de la XXXVIII Marcha del Orgullo LGBTTTI de la Ciudad de México http://ift.tt/29293Nc