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Su sinfónica, una seducción

Raphael, acompañado de la Orquesta Sinfónica Normalista de Puebla, en el concierto que ofreció anteanoche en el Auditorio Nacional

CIUDAD DE MÉXICO (Notimex).— Un emotivo y romántico concierto ofreció anteanoche Raphael en el Auditorio Nacional, acompañado de la Orquesta Sinfónica Normalista de Puebla, como parte del tour “Raphael Sinphónico”, con el que deleitó a casi nueve mil personas.

Tras un sorbo a su copa, el español recordó que habían pasado muchos años —en 1969, para ser exactos— desde que se presentó por primera vez en el Coloso de Reforma, un recuerdo que evocó al interpretar “Ahora”, para después confirmar que, a sus 73 años, aún sigue “Enamorado de la vida”.

Enseguida incitó al público con “Provocación” y aseguró que en su regreso a México ésta era “Mi gran noche”. A continuación, proclamó como una de las mejores canciones de su historia a “Se me va”.

Los más de 50 años de carrera se dicen fácilmente, pero la voz ya no alcanza los mismos tonos que hace cinco décadas, aun así Raphael se entregó a sus fanáticos con “Despertar al amor”, algo que el público correspondió con aplausos de pie.

“Un placer estar aquí de nuevo en México, un verdadero placer. Cada que vengo trato de hacer un espectáculo diferente, hacerlo mejor, hoy, con la gran Orquesta Sinfónica Normalista de Puebla, el director Rubén Díez, y quien les canta”, declaró el intérprete.

Las palmas continuaron con “Digan lo que digan”. Raphael demostró que no ha cambiado con “Yo sigo siendo aquél”. La conexión con sus espectadores fue más que evidente cuando siguieron los coros de “Te estoy queriendo tanto” y “Y fuimos dos”. Raphael tomó una silla, la colocó al centro del escenario, se sentó y así cantó “No puedo arrancarte de mí” y “Sí, pero no”.

Después, acompañado solamente del pianista Díez, interpretó “Por una tontería”. Entonces tomó su saco y salió del escenario.

Pero no era el fin del espectáculo, pues en su regreso ofreció “Volveré a nacer”, “Agradecer a la vida”, “Sombras”, “Un día más” y “Qué tal te va sin mí”.

Con algunos pasos previos cantó “Estuve enamorado de ti” y “Cuando tú no estás”, que fue coreada por gran parte del público, que recordó que éste fue de los primeros temas que le escucharon a su “ruiseñor”.

“Detenedla ya”, “Desde aquel día”, “Estar enamorado” llegaron antes de que Raphael se sentara en un escalón para dedicar “Amor mío” y “Maravilloso corazón, maravilloso”, que fue seguido con los brazos en alto de la gente.

Como si el romanticismo no fuera suficiente, Raphael ofreció “Tema de amor”, “Payaso”, “Que nadie sepa mi sufrir”, “Cuando llora mi guitarra” y “Ámame”, que completó el repertorio.

“Juro que voy a volver siempre, siempre, aunque sea para decirnos eso que ustedes y yo sabemos muy bien desde hace muchos años”, expresó el cantante antes de ofrecer “Como yo te amo” y gritar: “¡México, te amo tanto tanto!”.

El público pedía más, así que Raphael le recordó: “Mañana tengo concierto a las seis, así que con el permiso me voy”, para ponerle punto final a esta emotiva velada “sinphónica”.