Un Rapidín con angel irra carceda -¿Pierde el PRI Chilpancingo en el 2018? -¿Recuperará Acapulco?
Ya vamos para el primer semestre de este año 2016. El tiempo se acorta de manera espantosa para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Chilpancingo.
Me refiero al escenario electoral próximo. En el 2018 se renovarán el Congreso y los 81 ayuntamientos del estado
Y Chilpancingo tiene que preocuparles mucho. Es vital y emblemático.
Es la capital del estado pero, además, es la tierra que vio nacer al gobernador Héctor Astudillo Flores.
Estamos en el cuarto mes del año. A casi siete meses de que se renovaron los ayuntamientos.
Y en Chilpancingo, nada se observa claro. Menciono este caso porque "los de a pie", el pueblo, un buen número de personas, externan comentarios reprobatorios hacia el alcalde Marco Antonio Leyva Mena.
Los hacen por aquí, por allá y acullá. Malo, muy malo para el PRI.
El año próximo, el 2017, será la antesala del proceso electoral del 2108. Aguas!
En lo personal, no me extraña que el gobernador aporte tanta atención a Chilpancingo. Lo hizo durante la campaña del año pasado que lo llevó a la victoria.
Desde entonces ya existía preocupación. Y se entendía, porque en ese entonces el candidato del PRI a la Alcaldía simple y sencillamente no "levantaba".
Ahora ese fenómeno se replica y en el horizonte electoral crece la cresta de la ola que los devastaría.
Medir ese escenario no es cosa del otro mundo. Para nada.
Y otro caso similar podría ser Acapulco, donde si el alcalde Evodio Velázquez no somete al orden a varios colaboradores colocados en puestos estratégicos de esa administración municipal, le podría costar al PRD regresar, a regañadientes, por supuesto, la Alcaldía al PRI.
Si observan bien, las piezas sobre el tablero ya se mueven. Y en el 2017 se intensificará el juego.
Pero, en el caso de Chilpancingo, doble contra sencillo que, si continúan así las cosas, por primera ocasión el PRI perdería el Ayuntamiento con sede en la capital del estado.
¿Y qué me dicen del Congreso del estado?
No creo que a Héctor Astudillo le gustaría terminar su mandato, en el 2021, con una mayoría opuesta. Con legisladores de su partido (el PRI), convertidos en minoría.
Pero, bueno, el cuerpo sabe que ya viene el viernes. Ajúa.
El PRI, que falta poco para el 2018. (angelirracar@hotmail.com)
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