Fuga del mejor atleta de Cuba, golpe a política de Raúl Castro
La fuga de la máxima estrella del béisbol cubano, Yulieski Gourriel, y su hermano Lourdes, desató un sisma político en la isla.
Los jugadores abandonaron a su delegación, la cual participó en la Serie del Caribe, disputada en República Dominicana, con la aparente intención de buscar fortuna en las grandes ligas estadounidenses.
La noticia, fue confirmada por el diario oficial cubano Granma, que dijo en su edición digital que los hermanos se habían ido del hotel de la delegación "en horas de la madrugada... en franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional".
El lunes pasado Granma había ilustrado su edición con una foto a dos columnas de Yulieski, una promesa deportiva para la isla, que en los últimos años ha disminuido su calidad deportiva.
Durante los primeros años de la Revolución, el deporte formó una parte fundamental en la agenda educativa de la isla.
En los años 60, el atletismo tuvo un fuerte impulso de la Unión Soviética pero al caer el bloque socialista los estregos en el deporte cubano se dejaron sentir.
La decisión de los hermanos Gourriel representa un duro golpe para los esfuerzos de Cuba por evitar la partida masiva de sus jugadores, a muchos de los cuales ya ha autorizado a jugar en el exterior en el marco de una serie de reformas para revitalizar su economía y prevenir la partida de sus talentos. Pero todavía no pueden firmar con equipos de Estados Unidos porque sigue vigente el embargo comercial estadounidense sobre la isla.
Para el historiador y experto en béisbol cubano Ismael Sene, la actitud de los hermanos Gourriel es un golpe "indiscutible".
"Entre 2014 y 2015 alrededor de 220 jugadores abandonaron el país", explicó Sene. "Nadie se esperaba esto", dijo Sene, quien opinó que si no se normalizan las relaciones con el béisbol de los Estados Unidos, la pelota cubana seguirá desangrándose por la partida de jugadores que no regresan a jugar a la isla.
El propio Gourriel ya había jugado afuera como parte de un experimento para evitar que los jugadores corten los lazos con Cuba. En el 2013 firmó un contrato por un año y un millón de dólares con el equipo de Yokohama de la liga japonesa y una vez finalizada esa temporada, se reincorporó a su novena en La Habana. Pagó sus impuestos en Japón, le dio un 10 por ciento de sus ingresos a la federación cubana, que actuó como su agente, y se quedó con el resto.
Yulieski, de 31 años, ha sido uno de los jugadores cubanos más codiciados por las Grandes Ligas desde que participó en el primer Clásico Mundial de Béisbol en 2006.
Había sido elegido como el mejor intermedista del torneo, que reunió a los campeones de México, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y Cuba.
Lourdes, de 22 años, es el menor de la familia y también un jugador del cuadro destacado.
Ambos hermanos son hijos de una leyenda del béisbol cubano muy apreciado por la afición en la isla y también llamado Lourdes, de 58 años, que figura entre los 20 mejores de la historia.
Yulieski estuvo envuelto el año pasado en rumores de deserción, sobre todo cuando se observó que no se presentó por mucho tiempo a los entrenamientos de su equipo Industriales de la capital. Tampoco respondía al teléfono, ni se reportó lesionado, ni se publicaba su nombre en medios de prensa especializados en la isla, de corte oficial.
Las autoridades de Cuba y Estados Unidos están trabajando en un arreglo que permita a los peloteros cubanos firmar con clubes de las mayores sin violar las leyes, que actualmente lo impiden por el embargo comercial de Estados Unidos hacia Cuba. Las dos naciones han iniciado un acercamiento, pero el embargo todavía no ha sido levantado.
Buscan oportunidade en las grandes ligas
A través de los años varios jugadores deportivos han abandonado la isla en busca de una oportunidad para integrarse a las grandes ligas de otros países.
El baloncesto, atletismo y beisbol han sido los que más sufrieron la pérdida de talento.
Desde 1991 al menos 300 beisbolistas abandonaron la isla entre otras razones, por la falta de oportunidades para crecer profesionalmente. De los jugadores que escaparon de la nación caribeña, sólo el 15 por ciento ha logrado firmar contratos con en las grandes ligas en equipos internacionales.
En los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, Cuba tuvo una delegación compuesta por 444 jugadores mientras que Estados Unidos, el máximo medallista, envió 600 atletas, de acuerdo con esta perspectiva el sitio Deporte Financiero, señala que es normal que "los jugadores talentosos" busquen desarrollar sus capacidades en países que tienen una oferta más amplia y que económicamente dedican un mayor presupuesto a sus jugadores.
A pesar de que el deporte está incluido en la agenda educativa del país, el año pasado la isla destinó un presupuesto de 505 millones de dólares para el rubro de educación, pero sólo 21 millones fueron invertidos directamente en el deporte. Los deportistas denuncian abandono.
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