Plantea Bruno Plácido dejar la dirigencia de la UPOEG; “no somos vitalicios”, dice

Alberto Rodríguez Guzmán/IRZA
San Marcos, Gro., enero 4 de 2016 (IRZA).- Con la propuesta de renovar la dirigencia de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), así como el Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC), iniciaron los trabajos en la víspera de su tercer aniversario, con la instalación de 8 mesas temáticas cuyos resolutivos serán presentados este martes en el acto conmemorativo.
Este lunes en asamblea popular, ante autoridades de los pueblos, comisarios y policías ciudadanos, el líder de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, expuso que este año entran a la tercera etapa de esta organización fundada el 5 de enero del 2013, con la reestructuración.
Plácido Valerio planteó que de ser necesario dejaría el cargo como coordinador general, sin abandonar las filas de la UPOEG y, desde fuera, trabajar como ciudadano.
"No somos vitalicios y debemos de dejar que otras personas participen para que este proyecto siga mejorando en beneficio de los pueblos", dijo.
En la inauguración del evento brindaron un minuto de aplausos para recordar a los policías ciudadanos y promotores que murieron en la labor de brindar seguridad a sus pueblos, como el caso del promotor regional Miguel Ángel Jiménez Blanco, asesinado a balazos en su pueblo de origen, Xaltianguis, demarcación de Acapulco, y al comandante de San Juan del Reparo, perteneciente a Tierra Colorada, José Guadalupe Quiñones.
"El 5 de enero la UPOEG se levanta en armas en Ayutla para defender a sus pueblos, cuando secuestraron al comisario de Ahuacachahue, y se rompe todo un esquema para salir del rezago de inseguridad y se organiza la gente para defenderse de la delincuencia organizada, donde el mismo pueblo detuvo a 56 sospechosos y fue cuando se conformó la comisión de armonía, proyecto que fracasó", recordó el dirigente.
Agregó el gobierno estatal presionó para que entregaran a esos detenidos, lo que provocó que muchos miembros de la UPOEG dejaran la organización, porque pretendían ser radicales, castigando severamente a quienes habían capturado: quemándolos o matándolos.
Dijo que el gobierno estatal evitó que los lincharan, se los llevaron y después los pusieron en libertad, a pesar de las pruebas contundentes que les entregaron.
Recordó que el movimiento inició en Ayutla y Tecoanapa, al que después se sumó Marquelia, Copala, Cruz Grande, San Marcos, El Refugio de San Luis Acatlán, Tierra Colorada, Xaltianguis de Acapulco, El Ocotito en Chilpancingo y algunas localidades de Acapulco que se encuentran en la zona de Barra Vieja.
Dijo que después de la conformación, en el segundo año de la UPOEG tuvieron que quitarse los pasamontañas, porque la federación creía que se estaba formando un grupo guerrillero, razón por la que decidieron descubrir sus rostros.
"A‎hora viene la tercera etapa, donde se reestructura (la organización) bajo la asamblea del pueblo, ya que ésta podrá cambiar o ratificar a sus autoridades", dijo Bruno Placido.
Respecto a los cambios o ratificaciones, el pueblo tendrá la última palabra en la asamblea popular de este martes, con la que pretenden reestructurar toda la dirigencia de la UPOEG, así como el Consejo de Seguridad y el Consejo de Autoridades, donde cada pueblo tiene su policía y en cada municipio un coordinador ‎que trabajaba en conjunto con comisarios o delegados de colonia.‎
"No tenemos detenidos pero sí compañeros muertos que dieron la vida y, hoy, la UPOEG debe de dejar de pensar en la seguridad. Hoy, la UPOEG debe pensar en que tienen que hacer cambios para que en este Tercer Congreso la ruta sea buscar solución en erradicar la pobreza. En San Luis ya volvió el cobro de piso, en Marquelia ya han quemado camionetas repartidoras y se necesita, pero no podemos estancarnos en eso", sostuvo Plácido Valerio, con lo que reiteró que su planteamiento es que la organización deje las armas.
El resolutivo de las 8 mesas de trabajo se entregará antes del mediodía de este martes 5 de enero, para después realizar una marcha con la estructura de la policía ciudadana y una misa, que sería oficiada por el obispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos.‎ (www.agenciairza.com)