Atentados en París: la fallida guerra
Eduardo Nateras
Lo sucedido hace una semana en la capital francesa fue trágico y lamentable, no hay más. Ya sea porque se trata de un popular destino cultural, porque los atentados sucedieron en una de las ciudades con mayor afluencia de visitantes extranjeros en el mundo o porque hasta el viernes pasado no había relación alguna de la Ciudad Luz con una zona de conflicto, el hecho es que los cobardes actos repercutieron de forma particularmente masiva y provocaron diversas reacciones de solidaridad o empatía con el pueblo francés en sociedades de todos los rincones del planeta.
Sin embargo, estos hechos fueron uno más de una serie de actos terroristas relacionados con conflictos políticos y sociales en la región de Medio Oriente y con la guerra civil en Siria. A la par de estos atentados, sucedieron otros más en Beirut y Bagdad, dejando decenas de muertos y heridos, a los cuales se suma el caso del avión ruso derribado hace unas semanas en territorio egipcio, aparentemente provocado por la detonación de un aparato explosivo dentro de la aeronave. En todos los casos, el Estado Islámico estuvo involucrado o se adjudicó la responsabilidad.
Tratar de desentramar los motivos religiosos, sociales y políticos que ocasionaron estos actos, rebasan este espacio. Se trata de conflictos milenarios en una de las zonas más inestables del planeta, en donde confluyen sociedades, religiones e ideologías tan distintas unas de otras, que hacen parecer prácticamente inconcebibles la ansiada paz y estabilidad.
Al respecto, es muy complicado tratar de fijar una postura, pues más allá de los naturales sentimientos de desaprobación por lo acontecido, así como el deseo de que se dé con los autores materiales e intelectuales de los atentados, la realidad es que hay muchos intereses de por medio con igual número de responsables del trágico círculo vicioso de acciones, réplicas y contrarréplicas que se ha generado desde hace varias décadas en la región, y que en esta ocasión impactaron a una nación de occidente, pero igualmente involucrada en dichos conflictos.
Ante las agresiones frontales que tuvieron como objetivo la población civil parisina, resulta lógico que el gobierno francés busque represalias en contra de los responsables de los cobardes actos. De entrada, el presidente François Hollande intensificó los ataques aéreos a Siria, anunció medidas de excepción, declaró estado de emergencia y cerró las fronteras. Pero surgen varias interrogantes: ¿serán eficientes estas acciones? ¿Lograrán poner un alto al terrorismo mundial? Y más importante aún, ¿qué responsabilidad tiene el Estado francés en lo sucedido?
Respecto a los atentados del viernes pasado, se trató de actos terroristas perpetuados por miembros del Estado Islámico que alcanzaron a una de las principales naciones enfrascadas desde hace muchos años en la llamada guerra en contra del terrorismo –una lamentable paradoja.
Y aún más dramático resulta el hecho de ya no poder hablar del terrorismo como algo ajeno, que sólo compete a individuos de determinadas nacionalidades o de ciertas regiones del mundo, pues en esta ocasión, el enemigo se encontraba en casa: la mayoría de los sospechosos son ciudadanos europeos e incluso nacidos en Francia –el país de occidente con mayor población musulmana en el mundo-. Es más, quien es considerado el autor intelectual de los atentados –Abdelham aid Abaoud- es un ciudadano belga.
No es mi intención jugar el papel de abogado del diablo. Simplemente trato de poner de manifiesto que las acciones emprendidas por las naciones de occidente en contra del terrorismo y en la búsqueda de solucionar los conflictos en esta región del planeta, hasta ahora dan prueba de haber fracasado una vez más, y en donde la población civil ha resultado la más afectada, como suele suceder en este tipo de situaciones. El panorama luce poco halagüeño, pues se intensificarán las represalias, se generarán sentimientos xenófobos y se fortalecerán posiciones de ultraderecha respecto a las políticas de migración y atención a refugiados.
Por lo pronto, expreso mi rechazo enérgico a toda acción violenta en contra de la población y lamento profundamente las víctimas civiles producto de conflictos entre Estados.
eduardonateras@hotmail.com
Twitter: @eNateras
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