Weather (state,county)

Al momento:

Testigo relata a El Sur como 3 sujetos entrenados arengaron a usuarios en oficinas del INE


Carta

Sr. Director
Llevo, ordenamente, el archivo sobre los hechos ocurridos en Iguala, tomados del periódico El Sur, pero estoy un poco desilusionado con el reportaje que hicieron refiriéndose a lo sucedido en las oficinas del INE, en la Plaza Bahía.


Llegué para recoger, exclusivamente, mi credencial de identificación, que ya tenía tramitado 15 días antes, a las 9.30 de la mañana del día 15. Me quitaron la papeleta que otorgan y pasé a las oficinas. No vi mi reloj, pero pasaban las 10.00 cuando entraron cuatro jóvenes, dos con pañuelos amarrados en la cara y dos no, uno de los que ustedes llaman encapuchados tenía un bate de beisbol en la mano, los otros tres no llevaban nada. 

Pidieron a los empleados y empleadas que se retiraran de los módulos, lo que hicieron, sin que mediara ninguna discusión, sólo que algunas cargaban unas pequeñas cajas con documentación. Nos pidieron que saliéramos de la sala, sin que escuchara ninguna palabra grosera.

En ese preciso momento entraron cuatro policías federales, dos tenían el traje camuflado y dos no, uno de ellos dijo que ese recinto era propiedad particular y que no tenían por qué interrumpir las labores que se realizaban. 

Mientras platicaba ese policía con uno de los jóvenes, me acerqué a un encapuchado y le pedí un favor: que me diera el nombre del alumno de Ayotzinapa, que el 12 de diciembre de 2011 le pusieron un arma y lo obligaron a disparar, para acusarlo de que él fue el que mató a sus dos compañeros ese día. Uno no me contestó, pero el otro sí: mañana estaré en el INEBAN y allí le daré el nombre. Con esto comprobé que sí era alumno de Ayotzinapa o maestro de la CETEG.

Cuando salimos de las oficinas, atendían al que tenía la ficha número 87, más los que iban a recoger sus credenciales, a quienes no les daban fichas.
Afuera de las oficinas, tres sujetos arengaban a los ciudadanos para que se juntaran y sacaran a los cuatro jóvenes a la fuerza, gritaban como si fueran líderes entrenados en estos menesteres.

 Sus gritos se concretaron así: somos muchos, saquemos a estos personajes, que vienen a interrumpir el trabajo que se realiza en estas oficinas, necesitamos la credencial, si es preciso usemos la fuerza de todos.

 La gente comenzó a concentrarse en la puerta de las oficinas. Una señora que estaba a mi lado, también gritaba: sí, saquémoslos, y se encaminó hacia la puerta de entrada. Le dije "señora, creo que esos tres individuos son agentes infiltrados del gobierno, que nos azuzan para cometar alguna barbaridad, si usted se arriesga entre y posiblemente le den un batazo en la cabeza", se calmó y la gente ya no hizo caso de los gritos de los tres, que seguían sin calmarse.

Llegaron dos policías federales más, con los trajes normales, para hacer el grupo de seis.
El líder de los cuatro policías que estaba adentro habló con los cuatro jóvenes, quienes se retiraron inmediatamente. El policía líder salió y al pasar junto a mí le dije "y si viene la avanzada de la CETEG qué harán ustedes", y me contestó "llamaríamos al Ejército". Los seis policías se retiraron del lugar.

Hicieron que formáramos una hilera, pero la exigencia era que fueran los que tenían fichas en la mano. Me formé, pero después razoné y me acerqué a un empleado para decirle qué ocurría, únicamente para recoger la credencial, me dijo venga mañana. Respetuosamente le dije: hace quience días gasté 60 pesos en venir a hacer el trámite, hoy gasto otros 60 pesos y mañana usted quiere que gaste otros 60 pesos, si me los da con mucho gusto lo hago, entonces me dejó pasar.

Después de las 11.40 salí del edificio de Plaza Bahía. Estaba bloqueada la puerta principal y salían por la puerta de la calle lateral. Un centinela del edificio cuidaba la puerta, pero únicamente dejaba salir, pero no entrar. En la calle estaban estacionadas dos camionetas de los policías federales, pero no estaba ningún grupo de antimotines.

Las fotografías que publica el periódico no corresponden al tiempo de las 9.30 a las 11.40. Igual que las palabras groseras, porque los supuestos tres líderes nunca las pronunciaron.

Comparé el reportaje con lo que realmente sucedió.

Atentamente 
Alejandro Martínez Carbajal


Visita 

El Segundero