Weather (state,county)

Al momento:

Democracia real para Guerrero

Por: Pablo Sandoval Ballesteros
Existen dos elementos diferentes en un concepto completo de democracia. 


Por un lado no existe democracia si no hay un conjunto de reglas cuyo cumplimiento sea obligatorio para que el poder político sea otorgado legítimamente por la mayor parte de los ciudadanos. 

En esta concepción el elemento central son las elecciones, momento en que es ostensible la soberanía popular.

El otro elemento esencial es la forma en que se toman las decisiones. La participación de la mayoría en los temas que afectan a la sociedad es la característica más sobresaliente de esta visión.

La democracia debe ser un sistema político pero también ético, es decir, un sistema que además de representar un conjunto de instituciones, de procedimientos y de técnicas de gobierno para la toma de decisiones políticamente significativas, también encarne un conjunto de valores, principios y normas de convivencia sin las cuales esta forma de gobierno sería la expresión de una lucha vacía por el poder, tal como planteaba el politólogo Norberto Bobbio.

Hasta ahora la clase política ha puesto el acento únicamente en las instituciones y procedimientos, abandonando cualquier principio.

Los guerrerenses no debemos pugnar por sustituir la democracia representativa –el Congreso–, con modelos de democracia directa. Pero debemos reconocer que la democracia representativa moderna tiene una serie de problemas que podrían resolverse a través de mejores instrumentos de participación ciudadana que complementen y controlen el ejercicio del poder.

Es necesario alertar, siempre que se aborda el tema de la democracia directa, que quien pretende gobernar únicamente con instrumentos de democracia directa, en el contexto actual, puede generar graves riesgos para las libertades de los ciudadanos. 

La democracia directa no puede instaurarse sola, sino que debe acompañarse de una serie de medidas que obstruyan la manipulación.

Si aceptamos que la democracia no es únicamente la delegación de la representación ciudadana, es evidente que ciertos temas han sido dejados de lado en la agenda legislativa tanto local como federal y que requieren renovada atención. 

En el ámbito federal carecemos de una verdadera ley de participación ciudadana y lo mismo sucede en la mitad de las entidades federativas de la república. 

Las reformas en materia de democracia, deberían atender no solamente al ámbito electoral, sino también al de la participación ciudadana directa.

Es necesario mejorar nuestro sistema de participación no solamente para perfeccionar el sistema de gobierno, sino porque se trata de un derecho humano. En diversos tratados internacionales suscritos por México –como el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos o la Convención Americana sobre Derechos Humanos– se hace referencia explícitamente a la libertad que tienen las personas de participar directamente en los asuntos públicos o gubernamentales de su país.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha sido reformada desde 1917 por más de doscientos decretos. Así la Constitución en México se modifica aproximadamente una vez cada seis meses. Para tener un punto de comparación, podemos decir que la Constitución de España ha sido modificada en promedio una vez cada 17 años.

Si la norma fundamental del ordenamiento jurídico mexicano se modifica dos veces al año, es prácticamente imposible para la sociedad conocer profundamente el contenido constitucional. 

Ello tiene graves consecuencias en términos de seguridad jurídica para la generalidad de la población. Podemos decir que si una persona no conoce sus derechos fundamentales, prácticamente carece de la posibilidad de defenderlos y hacerlos valer ante tribunales.
Por ello, si pretendemos hacer efectivo el derecho humano a la participación directa, debemos impulsar en Guerrero dos reformas de gran calado. 

La primera implicaría que las reformas a la Constitución de Guerrero deban ser aprobadas mediante referéndum popular.

La segunda consiste en vincular la aprobación o rechazo del Congreso del Estado al resultado de un referéndum popular frente a cada una de las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 

Los ciudadanos de Guerrero serían los primeros en el país en obtener verdaderamente el derecho a opinar sobre las reformas constitucionales y dicho derecho se ampliaría poco a poco a los demás estados de la república. 

Esto nos permitiría evitar que la Carta Magna siga siendo un instrumento de la partidocracia para instrumentar políticas de corto plazo. La Constitución sería por fin la verdadera salvaguarda del pueblo de Guerrero.(SurAcapulco)

* El autor es el virtual candidato a gobernador del partido Movi-miento de Regeneración Nacional (Morena).
Twitter: @SanAmilcar

Visita 

El Segundero