Aristegui no puede ser evitada por EPN, Aristegui somos todos: Héctor Bonilla
Para el actor Héctor Bonilla, miembro del colectivo El Grito Más Fuerte, la figura de la periodista Carmen Aristegui ya no puede ser evitada por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
"¿Cómo se sacan de encima a Carmen Aristegui? Ya no se puede, ya no se puede. Yo no dudo que hayan pretendido matarla, pero el rollo es que somos Aristegui todos. Enrique Peña Nieto fue a sentarse (con ella) antes de la bronca de la Iberoamericana, ya tiene un lugar, representante de la sociedad civil que no recibe un estipendio, esto es lo fundamental, y esto permea, politiza de la mejor manera", apuntó el actor, invitado a la mesa de Tejemaneje para hablar sobre movilización ciudadana y consulta popular.
Bonilla destacó que la competencia en el sector de telecomunicaciones es fundamental para abrir opciones de información ciudadana.
"Yo traté de hacer una mejor televisión durante muchos años dentro de Televisa, salí mentando madres porque nunca se pudo. No se puede, es decir, la finalidad de la empresa es hacer dinero, no tienen patria y no tienen principios, entonces ¿qué tiene que suceder? Lo que va a suceder, la competencia, a pesar de todas las reticencias, de que hayan amañado las leyes secundarias, eso va a suceder, no es automático pero va a suceder", agregó el actor mexicano, que forma parte de El Grito Más Fuerte, iniciativa formada por figuras del espectáculo y la cultura que han pedido al gobierno de Peña Nieto consultar a los ciudadanos en la toma de decisiones.
Manuel Canto, sociólogo y especialista en participación social, destacó que la intervención de figuras mediáticas como Bonilla, fortalece a los ciudadanos y a la pluralidad en los medios de comunicación.
"La intervención de figuras públicas está transmitiendo un segundo mensaje y es acabar con el patrimonialismo de los medios de comunicación, porque Televisa no puede ser la dueña del espacio electrónico por más que las leyes secundarias sean omisas en esto y volteen la mirada para un lado distinto como lo marca la constitución, y este patrimonialismo es otro de los males heredados que se contraponen a la ciudadanización de la vida pública"(Tejemaneje).
