El Milan abandonó hoy un partido amistoso poco después de haberse iniciado por presuntos insultos racistas a sus jugadores.
El ghanés Kevin-Prince Boateng fue quien interrumpió el juego en el minuto 26 del partido en casa del Pro Patria, de la cuarta categoría del fútbol italiano.
Visiblemente enojado, el ghanés lanzó el balón contra el público, se quitó la camiseta y dejó el césped seguido por sus compañeros.
El árbitro suspendió el partido con el marcador 0-0 y nunca volvió a reanudarlo.
Según el Milan, cuatro seguidores del equipo local habrían insultado de forma racista a los jugadores negros Boateng, M'Baye Niang y Sulley Muntari.
"Estoy decepcionado y triste, pero pienso que fue la decisión correcta no volver al campo, por respeto a nuestros jugadores y a todos los jugadores de color de la liga", dijo el entrenador del Milan, Massimiliano Allegri.
"Debemos parar este comportamiento incivilizado. Italia tiene que ser un poco más civilizada e inteligente", añadió.
Según aseguró el capitán, Massimo Ambrosini, los gritos insultantes empezaron claramente antes de la reacción de Boateng. "Fuimos insultados desde el principio. Hemos lanzado una clara señal", dijo.(EFE)
