Paran camiones de pasajeros en Acapulco por la narcoviolencia
Tres de las principales rutas de los camioneros, Coloso, Emiliano Zapata y Rena, dejaron de prestar el servicio desde las 16 horas del viernes y hasta el sábado no habían reanudado las actividades.
Los tres operadores del transporte urbano fueron asesinados con disparos en la cabeza y junto a cada uno de ellos les dejaron una cartulina con un mensaje amenazante.
Juan Manuel, un trabajador del volante de la empresa Maxirutas, quien desde hace dos años cubre las rutas Renacimiento-Centro y Renacimiento-Base, recuerda que “desde hace casi un mes también nos quedamos como una semana sin trabajar, porque pasaron a exigirnos cuotas y balearon a un compañero que quedó herido y fue llevado al hospital”.
—¿Ustedes pagaron las cuotas?
—No, yo no pagué nada. No sé si lo hizo mi patrón —responde con timidez y hace señas de que ya no quiere hablar.
Otro transportista explica que miembros del crimen organizado les están exigiendo cobros, los cuales son entregados desde hace tiempo para que los dejen trabajar, pero ahora les mataron a tres choferes y eso les dio miedo a todos los operadores. Ya nadie quiere trabajar hasta que haya seguridad.
Rosario, empleada hotelera, afirma que la falta del servicio provocó que gastara más para trasladarse. “Anoche los taxis iban bien llenos, y algunos querían cobrar hasta 25 pesos, cuando la tarifa es de 13, y pues ahora nos exponemos más”, lamenta.
De acuerdo con las autoridades de la Dirección de Transportes del Estado de Guerrero, desde las 11:00 de la mañana del sábado estuvieron reunidos representantes de los tres órdenes de gobierno para resolver este problema que afecta a los transportistas y sobre todo a los usuarios del servicio, estimada en unos 5o mil pasajeros.
El gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, declaró que conjuntamente con autoridades de la Policía Federal habrán de atender el caso de los transportistas.
Por la noche del viernes y la mañana del sábado, familiares de los tres choferes que fueron asesinados, reclamaron en el Servicio Médico Forense, porque desconocen los motivos por los que fueron privados de la vida sus familiares.
El chofer Vladimir Nava Mariscal, de 36 años, fue asesinado cerca del puente Bicentenario sobre la avenida Cuauhtémoc; mientras que a Gustavo Hipólito González, de 35, le dispararon a la cabeza sobre la misma avenida, y Víctor Gallardo Arroyo, también de 35, lo asesinaron en la Gran Vía en las inmediaciones del conjunto habitacional Infonavit El Coloso. (Milenio)