En Tláhuac, aflicción y llanto por accidente de 'niños'

La tragedia del domingo pasado en la que cinco menores edad murieron después de que el vehículo en el que viajaban chocara contra un árbol a 150 kilómetros por hora, enlutó al pueblo de Santa Catarina Yecahuízotl, en Tláhuac.

Amigos, hermanos y compañeros de los niños fallecidos estuvieron con ellos durante la misa que cada familia realizó por separado. Con el uniforme de la Secundaria Técnica 95 fueron llegando poco a poco a las misas, pues no se querían perder ni una. El llanto y la impotencia hacían un nudo en la garganta de todos.

"Ese día estaba con ellos, me salvé de milagro porque me quede un rato más en el carnaval", platicaba Pedro, mientras se fundía en un abrazo con la madre de su amigo; sobre su féretro se colocó un sombrero de charro blanco y un cinturón piteado, ropas que usaría como parte de una comparsa en el mismo carnaval de dónde venían el día de la tragedia.

El párroco Heriberto Ortega pidió a las familias no perder la fe y entender el trasfondo de la tragedia. Consciente que en ese momento no hay confort para los deudos, el religioso pidió elevar una oración para el descanso eterno de los niños y para que las familias, a raíz del accidente, no se llenen de resentimiento.

Los padres hablaron poco, no querían fotos ni videos del momento íntimo. Revelaron que la autoridad delegacional los apoyó con los trámites burocráticos y el papeleo; también les han acercado asesoría jurídica y por el momento, no han pensado qué más sigue, "ahora queremos terminar con todo esto, muy doloroso. Sigo sin creerlo, no lo creo aunque mi hija este ahí en el féretro", comentó en el anonimato la madre de una niña de apenas 13 años.

Sobre el niño de 12 años que conducía el Pontiac G-3, los padres de las víctimas dijeron no conocerlo, no tener mayores referencias de él ni de sus padres, por lo que desconocen su situación jurídica e incluso, si recibirá algún castigo de parte de las autoridades.

"Lo que nos importa ahora es que nuestros hijos estén en paz, después ya veremos qué pasa con ese niño. De hecho ni si quiera nos queda claro cómo fue el accidente, en qué momento se subieron todos, quién lo conocía y por qué estaba todos ahí en ese carro, primero queremos despedir a mi niño y luego vemos lo demás", contó entre lágrimas el papá del niño de 14 años.

La Ley Nacional de Justicia para adolescente establece que los niños menores de 12 años son inimputables, pero los de 12 a 14 años sí pueden ser imputados, pero no privados de la libertad o internados. Las medidas cautelares sólo podrán ser impuestas por el juzgador.

La procuraduría local solicitará a un juez especializado en adolescentes la judicialización del caso cuyo efecto será la aplicación de medidas que van desde una amonestación hasta asesoramiento para la adaptación integral del menor.

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