Investigación histórica por una mujer
La doctora Laura Orellana Trinidad ha sido asignada como coordinadora del Centro de Investigaciones Históricas, y al mismo tiempo, directora de Investigación Institucional, de la Universidad Iberoamericana Torreón. Su nombramiento se vuelve relevante, en principio, por el hecho de ser mujer. En un artículo publicado por la Revista Iberoamericana de Estudios Superiores (2011, núm. 6) al tomar una muestra sobre quienes ocupan altos puestos de dirección académica en las universidad en México, afirma que el 75.4% son ocupados por hombres. Ese rubro en concreto es un tema de constante investigación en estudios de género a nivel mundial, ¿por qué mayormente las mujeres no pueden acceder a puestos directivos en las universidades tanto públicas como privadas?
Su designación también es significativa porque en buena parte de su trabajo académico, Orellana Trinidad, pone su mirada en áreas de exclusión social, en los márgenes construidos desde la concentración del poder de diversas índoles. Además, realiza su trabajo histórico desde el rigor académico, es decir, con sustento teórico y metodología científica. Esto último se vuelve particularmente relevante en los tiempos en que en la ciudad de Torreón se asignan cargos que tienen que ver con la disciplina histórica a personas que no cuentan con los elementos que dicha ciencia exige.
Para obtener el grado de maestría en Historia, la doctora Orellana realizó una investigación sobre un modelo de feminismo que acompañó el proceso revolucionario en México. En "La mujer del porvenir: raíces intelectuales y alcances del pensamiento feminista de Hermila Galindo, 1915-1919", la académica de la Ibero Torreón realiza un análisis histórico sobre una posición radical que le permite evidenciar las características impuestas a la mujer del s. XIX, y que en su momento se consideraban como lo "natural" para la mujer. Dichas características reducían el ámbito de la mujer a lo privado, "al hogar".
En la propuesta de "La mujer moderna de Hermila Galindo", analizada por la doctora Orellana, se encuentra un feminismo que busca ser parte de la construcción de una nueva sociedad: la constitucionalista. Desde ese paradigma, se propone que algunas cuestiones íntimas de la mujer tengan un carácter público y social con la finalidad de construir un orden social distinto en México, algunos ejemplos son: "El instinto sexual de las mujeres, la educación sexual de las niñas, la crítica a la doble moral y la importancia que concedía a las funciones políticas de la maternidad…".
Laura Orellana en su tesis doctoral (2014) analiza desde la perspectiva histórica la construcción cultural de los parámetros para observar el "exceso corporal" que producen cuerpos normales y "anormales". En dicha tesis se pregunta: "¿desde qué momento empezó a reconocerse la obesidad como un riesgo para la salud?, ¿qué elementos científicos, sociales y culturales intervinieron para percibir un cuerpo como excedido? Y en el caso concreto de México, ¿desde qué época empezaron a plantearse procesos de estandarización o medicalización del cuerpo?, ¿a qué tipo de instituciones preocupó que las personas tuvieran un mayor peso y volumen?, ¿qué discursos normalizadores del cuerpo obeso se difundieron en México?
La elección que la doctora Orellana hizo de la perspectiva teórica para el análisis del objeto de su investigación, quizá sirve para ubicar el tipo de trabajo y posicionamiento académico que ella realiza. Siguiendo al historiador de la ciencia Ian Hacking, ella utiliza la teoría de la normalización, y la aplica a la categoría de la obesidad, permitiendo que se analice cómo se pueden definir distintas clases de personas. A su vez, seguir las categorías de Michael Foucault, le permite analizar como "la medicalización de las personas es un ejercicio de poder médico, pedagógico y gubernamental".
Sin duda este reto profesional no será sencillo para la doctora Orellana. Como se ha dicho antes, el porcentaje de mujeres en puestos directivos nos permite considerar que en el ejercicio cotidiano de su trabajo se puede encontrar con los elementos culturales propios de la época. La nueva coordinadora de investigaciones históricas, no se verá exenta de los desafíos que tiene actualmente todo trabajo académico: el peligro de convertirse en un negocio, el riesgo de convertir en objetos a los sujetos de la investigación y la posibilidad de excluir la perspectiva de estos sujetos en los procesos académicos.
Así mismo, el contexto actual, en el que se practican formas específicas de violencia contra la mujer, le representa el reto específico de que el ejercicio académico aporte al entendimiento de los procesos históricos presentes y ponga sus herramientas específicas al servicio de la transformación social. Desde la experiencia en los ámbitos académico y personal, se puede afirmar que Orellana Trinidad tiene elementos de sobra para enfrentar este reto profesional y para responder a los desafíos internos y externos que éste conlleva.
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