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Que gasolina, gas y electricidad iban a bajar, dijeron; van 4 años y sus precios subieron más de 50%

Que gasolina, gas y electricidad iban a bajar, dijeron; van 4 años y sus precios subieron más de 50%

La Reforma Energética planteó detonar el potencial energético de México. Pero, dicen analistas energéticos, no se comenzó con la base: la infraestructura. A cuatro años de su implementación, en diciembre de 2013, el país sigue sin contar con los ductos y almacenamientos necesarios para la producción y transporte. La apertura a la inversión privada (nacional y extranjera) ha dejado hasta el momento licitaciones a 66 empresas petroleras, 28 compañías eléctricas y 26 nuevas marcas de gasolina han arribado.

La implementación de la Reforma Energética “avanza” en sus vertientes de hidrocarburos y electricidad mediante las 66 nuevas empresas petroleras, las 28 firmas eléctricas y la llegada de 26 nuevas marcas de gasolinas, ha destacado el titular de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell. No obstante, la falta de infraestructura para producción y transporte, así como la dependencia de los ingresos públicos al impuesto cobrado a los combustibles sigue impidiendo que las grandes promesas del gobierno federal sobre menores precios en los energéticos se materialicen en los bolsillos de la ciudadanía e industrias, plantearon analistas energéticos.

Entre las metas establecidas para la reina de las reformas estructurales, la administración actual vislumbró –mediante una lluvia de inversiones de empresas privadas en producción y gasoductos– la disminución del precio de la tarifa de luz, del gas natural y con ello de los alimentos; fortalecer la capacidad productiva petrolera para reducir la creciente dependencia de energéticos importados. Todo eso, se dijo, se reflejaría en el bienestar de las familias mexicanas.

Pero los especialistas ven lejos que se concrete esa promesa. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se han seguido anunciando aumentos al costo de la electricidad y de los combustibles porque, explicaron, el país no cuenta con los ductos, refinerías y terminales de almacenamiento o reparto necesarios. La misma Secretaría de Energía tiene los datos: desde hace casi dos décadas no se han construido en México nuevas terminales de almacenamiento y las 89 que existen son insuficientes. En logística, el sistema para transportar petrolíferos es caro e ineficiente y la red de ductos, de 17 mil kilómetros, no ha crecido desde hace 17 años.

Además, el actor más importante, al encargarse de producir e importar las gasolinas y gas para abastecer a los nuevos jugadores, continúa siendo Petróleos Mexicanos (Pemex), una compañía estatal con números rojos.

Su producción de petróleo carga 13 años consecutivos con caídas y a septiembre de este año suma nueve meses en números rojos. El mes patrio la producción nacional de petróleo se ubicó en mil 73 millones de barriles diarios, su desplome más significativo en términos porcentuales en los últimos 20 años.

Luego del mega gasolinazo de principios de enero por el cobro de impuesto especial, el precio de las gasolinas en México ha subido 6.34 pesos en promedio durante los cinco años del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, esto es, un 56.50 por ciento hasta este viernes. De enero de 2013, el precio de la gasolina Magna ha subido 5.76 pesos al pasar de 10.92 pesos por litro a 16.68 pesos; el de la Premium ha aumentado 6.95 pesos al ubicarse de 11.48 pesos a 18.43 pesos; y el del diésel ha incrementado 6.29 pesos al cambiar de 11.28 pesos a 17.57 pesos.

La implementación de la Reforma Energética “avanza” en sus vertientes de hidrocarburos y electricidad mediante las 66 nuevas empresas petroleras, las 28 firmas eléctricas y la llegada de 26 nuevas marcas de gasolinas, ha destacado el titular de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell. No obstante, la falta de infraestructura para producción y transporte, así como la dependencia de los ingresos públicos al impuesto cobrado a los combustibles sigue impidiendo que las grandes promesas del gobierno federal sobre menores precios en los energéticos se materialicen en los bolsillos de la ciudadanía e industrias, plantearon analistas energéticos.

Entre las metas establecidas para la reina de las reformas estructurales, la administración actual vislumbró –mediante una lluvia de inversiones de empresas privadas en producción y gasoductos– la disminución del precio de la tarifa de luz, del gas natural y con ello de los alimentos; fortalecer la capacidad productiva petrolera para reducir la creciente dependencia de energéticos importados. Todo eso, se dijo, se reflejaría en el bienestar de las familias mexicanas.

Pero los especialistas ven lejos que se concrete esa promesa. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se han seguido anunciando aumentos al costo de la electricidad y de los combustibles porque, explicaron, el país no cuenta con los ductos, refinerías y terminales de almacenamiento o reparto necesarios. La misma Secretaría de Energía tiene los datos: desde hace casi dos décadas no se han construido en México nuevas terminales de almacenamiento y las 89 que existen son insuficientes. En logística, el sistema para transportar petrolíferos es caro e ineficiente y la red de ductos, de 17 mil kilómetros, no ha crecido desde hace 17 años.

Además, el actor más importante, al encargarse de producir e importar las gasolinas y gas para abastecer a los nuevos jugadores, continúa siendo Petróleos Mexicanos (Pemex), una compañía estatal con números rojos.

Su producción de petróleo carga 13 años consecutivos con caídas y a septiembre de este año suma nueve meses en números rojos. El mes patrio la producción nacional de petróleo se ubicó en mil 73 millones de barriles diarios, su desplome más significativo en términos porcentuales en los últimos 20 años.

Luego del mega gasolinazo de principios de enero por el cobro de impuesto especial, el precio de las gasolinas en México ha subido 6.34 pesos en promedio durante los cinco años del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, esto es, un 56.50 por ciento hasta este viernes. De enero de 2013, el precio de la gasolina Magna ha subido 5.76 pesos al pasar de 10.92 pesos por litro a 16.68 pesos; el de la Premium ha aumentado 6.95 pesos al ubicarse de 11.48 pesos a 18.43 pesos; y el del diésel ha incrementado 6.29 pesos al cambiar de 11.28 pesos a 17.57 pesos.

NO REDUCCIÓN DE IEPS A GASOLINAS

La Cámara de Diputados, durante la aprobación de la Ley de Ingresos para 2018, rechazó las iniciativas para reducir en un 50 por ciento la tasa del impuesto cobrado a las gasolinas, dado que tendría un impacto en los ingresos públicos por 166 mil millones de pesos. El jueves por la noche el Senado le dio luz verde sin cambios.

Los ingresos públicos provienen más del Impuesto Sobre la Renta (ISR) e Impuesto al Valor Agregado (IVA) que del impuesto a gasolinas. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) expuso en su análisis del Paquete Económico propuesto por Hacienda que entre los ingresos totales, el IEPS petrolero representa el 5.6 por ciento (266 mil 258 millones de pesos) frente al 33 por ciento del ISR (un billón 562 mil 198 millones de pesos) y el 18.5 por ciento del IVA (876 mil 936 millones de pesos).

La reciente aprobada Ley de Ingresos para 2018 contempla recursos por cinco billones 279 mil 667 millones de pesos, un incremento de 43 mil 291 millones de pesos respecto de la propuesta del Ejecutivo luego de ajustar el precio del petróleo de 46 a 48.5 dólares y el tipo de cambio de 18.1 a 18.4 pesos por dólar en línea con el reciente comportamiento del mercado, además de considerar una mayor recaudación por ingresos tributarios y no tributarios.

Destaca que se incorpora la obligación para que la SHCP reporte en sus informes trimestrales sobre los ingresos excedentes, que anteriormente aparecen como “otros”.

Sin embargo, la mayoría de los diputados rechazó las iniciativas sobre la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que planteaban reducir los niveles de las cuotas a los combustibles automotrices en un 50 por ciento (al menos cuatro pesos por litro). Actualmente se cobra de la gasolina 2 pesos por IVA y 4 pesos por IEPS. La iniciativa tendría un impacto a la Ley de Ingresos de 166 mil millones de pesos, lo cual impediría financiar programas sociales, justificó el PRI.

La Diputada Mirza Flores Gómez, de Movimiento Ciudadano, propuso que, dado que la Auditoría Superior de la Federación no ha podido comprobar el 54 por ciento del dinero excedente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ponga en su página de internet los ingresos excedentes bajo el rubro de datos abiertos, para que “los mexicanos sepan dónde están y cómo se van a gastar, y por qué no nos dimos la oportunidad de reducir el IEPS cuando México tiene mayores ingresos y este impuesto no hubiera sido un asunto”.

El Diputado Vidal Llerenas Morales se pronunció en contra del dictamen porque en la Ley de Ingresos “sí viene el gasolinazo”, ya que está la recaudación del IEPS de gasolina y no va a bajar. Al también proclamarse en contra del dictamen, el Diputado Jorge Álvarez Maynez, de Movimiento Ciudadano, explicó que al inicio del sexenio cada familia en México pagaba un promedio de 11 mil pesos de impuestos, mientras que ahora paga un promedio de 22 mil pesos. Pero “eso no se ha traducido en mejor transporte público, infraestructura, becas, bienestar, ni en mejores escuelas y hospitales; pero ahora tenemos burocracia mejor pagada del mundo”.

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