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Daños por sismo y remodelación derrumban las ventas en negocios de la Zona Rosa

Daños por sismo y remodelación derrumban las ventas en negocios de la Zona Rosa

Gente en la Zona Rosa critica la tardanza para resolver la demolición de edificios en Génova 33 y Hamburgo 122, dañados por el sismo del 19 de septiembre, lo que ha retrasado la recuperación.

La ventas de los comercios de la Zona Rosa continúan a la baja. Si bien en un principio obedecía a las calles cerradas por los trabajos de remodelación, hoy también es consecuencia de los daños a los inmuebles que dejó el sismo de septiembre.
Enrique Sánchez tiene un puesto de venta de billetes de lotería y pronósticos deportivos entre las calles Génova y Londres, en donde la afluencia de personas disminuyó aún más y, con ello, las ventas.
Resaltó que ha habido una reacción muy lenta para resolver la demolición de los edificios de Génova 33 y Hamburgo 122, y “la merma económica y la pérdida de empleos se ha reflejado mucho”.

Estimó que sus ventas han descendido más del 50% porque, además de las obras en la zona, las horas de trabajo disminuyeron por la falta de alumbrado. “Al momento que oscurece nos tenemos que ir más temprano”.


Al respecto, el presidente de la Agrupación de Comerciantes de la Zona Rosa (Acozoro), Jorge Eduardo Pascual Nevarez, explicó que hace meses, al iniciar los trabajos para el cambio de imagen, contemplaban el cierre de las calles Londres y Amberes, pero después del temblor se “encapsuló” la zona con el bloqueo de Hamburgo y Génova.

Hoy están acordonadas Génova, Estrasburgo, Amberes y Hamburgo por el riego que representa el posible colapso de los dos inmuebles afectados y lo mismo ocurrirá con Versalles 37, mientras que otro más debe ser valorado en Florencia.

“La Zona Rosa ha sido afectada de manera muy importante”, subrayó el empresario, al señalar que las pérdidas económicas estaban calculadas en decenas de millones con los trabajos de remodelación y, después del 19 de septiembre, “hablamos de cientos de millones”.

Los más afectados son los comercios cerrados en ese cuadrante y “es posible que no vuelvan abrir debido a las pérdidas que tienen”, aunque todo dependerá del tiempo que tarden las labores de demolición, retiro de escombros y la reconstrucción, resaltó.

Solo el hotel Galería Plaza Reforma tiene pérdidas de ingresos por más de 10 millones de pesos, debido a la falta de huéspedes, calculó Pascual Nevarez, quien mencionó que tampoco es fácil para los 600 negocios cercanos.

Después del 19 de septiembre, indicó, unos 700 empleos pudieron haberse perdido hasta el momento. Aunque Juan Carlos Pastor, de 30 años de edad, sigue como repartidor de comida en un pequeño de negocio de la calle de Hamburgo. La mala situación se ve reflejada en sus propinas.

Apuntó que las órdenes de alimentos disminuyeron porque algunas oficinas siguen inhabilitadas por los daños ocasionados en los edificios y “nos afecta bastante”, y las ventas bajaron en más del 30%.

Ante esto, el joven repartidor argumentó que ahora reparte volantes en la colonia Roma, con la intención atender a más clientes y recuperar sus ingresos porque -dijo- ha dejado de recibir más de 100 pesos diarios de gratificaciones.

Ahora, el presidente de Acozoro mencionó que la “gran incógnita” es saber cuándo comenzará la demolición, cuánto tiempo tardarán los trabajos y cuáles serán los negocios que se mantendrán abiertos.

Pidió al Gobierno de la Ciudad de México despejar esas preguntas porque son muchos trabajadores y vecinos que necesitan regresar, tanto a sus fuentes de empleo como viviendas, y “no debe aletargarse”.

Animal Político